LA DIFÍCIL OPCIÓN DE UN CANDIDATO ALTERNATIVO AL ACTUAL RECTOR

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DESDE EL ANUNCIO DE UNA EVENTUAL ELECCIÓN DE RECTOR, JUNTO CON EXPRESARSE EL MALESTAR POR LA OSCURIDAD Y ERRORES EN LA PECULIAR CONVOCATORIA REALIZADA POR EL CONSEJO SUPERIOR, HA SURGIDO TAMBIÉN LA PREOCUPACIÓN POR  LA AUSENCIA DE CANDIDATOS OPOSITORES O ALTERNATIVOS.

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Si la próxima elección fuese un asunto amistoso y el criterio para elegir fuese la simpatía, con toda seguridad que nadie tomaría en serio la repostulación rectorial. . 

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Sin embargo, aunque muchos claman anónimamente por un reemplazante, este no aparece, incluso en contra de los deseos de algunos sectores de los equipos de  rectoriales que no ven con buenos ojos llegar al gabinete del Presidente de la República con  una Terna 'trucha', salida de una elección con candidato único,  representando a una fracción de los escasos 187 electores de la UTEM.

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En las actuales circunstancias no es fácil que un académico serio y responsable esté dispuesto a asumir  el proceso de acreditación, dado que todas las tareas preparatorias estuvieron durante cuatro años bajo la responsabilidad del actual rector.

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Por lo tanto, desde un punto de vista meramente lógico correspondería que el actual rector asuma plenamente las consecuencias de su trabajo enfrentando todo el proceso hasta su final.

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Pero, esa lógica admite una excepción. 
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Excepción que surgiría de una  evaluación profundamente negativa de la capacidad de  la actual rectoría para enfrentar el proceso de acreditación y la convicción que el cambio de mando permitiría aumentar significativamente la probabilidad de tener éxito.
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Lamentablemente, si bien muchos consideran débiles o muy débiles las posibilidades de la actual rectoría, es muy difícil que quien asuma la rectoría  pocos semanas antes de la llegada de los pares evaluadores lo pueda hacer mejor, dado que ya no hay tiempo para mejorar los trabajos  preparatorios ya realizados o mejorar los indicadores de avance respecto del Plan de Desarrollo Estratégico presentado en la acreditación anterior.  
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Por lo tanto, aunque resulte doloroso para muchos en el día de hoy, la situación de entrampamiento en que ha caído la UTEM, prácticamente ya  no tiene solución en la actual coyuntura.
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En consecuencia, cualquier candidatura alternativa sólo podrá tener carácter testimonial para efectos inmediatos y constituir una señal de futuro importante en un eventual proceso de recuperación postraumático.
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En conclusíon, guste o no, el destino de la UTEM quedará una vez más en manos de la CNA y sus nuevas y mayores exigencias.
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