REACREDITADOS NUEVAMENTE POR DOS AÑOS : HABRÁ DESPUÉS DE ESTO UN CIERTO SENTIDO DE AUTOCRÍTICA

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TODO EL OPTIMISMO QUE CUNDIÓ LUEGO DE LA VISITA DE LOS PARES SE ESFUMÓ PROGRESIVAMENTE HASTA QUE LA CNA TERMINÓ POR DAR EL GOLPE FINAL.
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LAS AUTORIDADES PODRÁN DECIR QUE PUDO SER PEOR, PERO .... ..
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Podrán decir que la actual CNA es mucho más estricta, lo cual es verdad, pero ..
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Pero eso se sabía hace mucho rato y lo correcto en esas circunstancias era redoblar los esfuerzos par hacer las tareas básicas razonablemente bien.

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Tal como se dijo hace algunos días en este mismo blog, resultó ser un acto de audacia imprudente presentar  una universidad "docente" a un nuevo proceso de acreditación sin haberse preocupado durante estos últimos cinco años de acreditar sus carreras, espacio real donde justamente se realiza la docencia. 

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Afortunadamente, también como se señaló anteriormente, la sensibilidad política de la CNA no llevó las cosas a su extremo dejando a la UTEM y sus alumnos sin acreditación.

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En pocos días más la comunidad académica podrá conocer la ficha que la CNA tuvo a la vista para tomar esta dura decisión que vuelve a dejar a la UTEM en tela de juicio en un  corto plazo, pese a que la mayoría de los docentes realizan sus trabajos en forma eficiente. En ésta podremos apreciar mejor cuales han sido las profundas fallas de gestión que nos han llevado a la actual situación de menoscabo y desprestigio.
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Echarle la culpa  a estas alturas del partido a la desafortunada gestión del Sr. Avendaño y de su heredera resultaría impresentable, pues el Sr. Pinto ha dispuesto del poder total y casi absoluto que le otorgan los Estatutos de la institución por un periodo más que suficiente como para haber realizado los cambios y obtenido los logros fundamentales que se requieren para alcanzar una acreditación de mayor solvencia.
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Sin embargo, la insistencia obscecada en mantener una política orientada casi exclusivamente a conservar el control del poder interno hasta en los detalles más ínfimos, no podría haber tenido otro final que el que se ha producido.
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El afán de rodearse de personas que no le hagan sombra ni contradigan sus ideas y creencias terminó por sepultar la colaboración de aquellos que en algún momento quisieron apoyar su gestión pero que fueron decididamente excluidos de las esferas de decisión, pese a haber compartido con él sus inquietudes para remover de su cargo al ex rector.
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Resulta paradójico, que alguien que debe enfrentar un gran desafío se prive de contar con los recursos humanos disponibles,  debido a resquemores y resentimientos históricos de antigua data.  .
Lamentablemente, los esfuerzos de Don Carlos Cáceres han resultado en vano para esta ocasión. Sin embargo, la cultura de calidad que trató de incorporar a la gestión de la docencia probablemente dará frutos en un poco tiempo más, en la medida que se corrijan las principales deficiencias estructurales y de la gestión central que tiene a las Facultades y a las Escuelas en condiciones de completa dependencia de una rectoría incapaz de entrar a los detalles propios de sus realidades de por si complejas. .
Del mismo modo, cabe esperar que al resto de las autoridades unipersonales se le concedan y se les respeten las atribuciones propias de sus cargos, permitiéndoles un mínimo de autonomía e iniciativa.
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Afortunadamente, este no es el fin de la historia, tal como algunos excesivamente pesimistas lo pronosticaron a través de diversos comentarios publicados en este blog; y aún es tiempo de introducir cambios significativos antes que una nueva CNA y una Ley de Acreditación más estrictas comiencen a funcionar .

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