JAIME RETAMAL (USACH) GOLPEA DURAMENTE LAS DEFENSAS DEL MINISTRO BEYER

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"Ha sido completamente abrumador comprobar cómo la élite de nuestro país ha salido a defender a Harald Beyer, el ministro que hoy está en el banquillo de los acusados".

DE EL MOSTRADOR.CL

Beyer y sus víctimas

Jaime Retamal

Facultad de Humanidades de la Usach

http://educacion.usach.cl

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¿Quién defiende a las víctimas? ¿Quién se pone en el lugar de ellas para producir una emergencia discursiva coherente y competente en vista a solucionar un conflicto?.

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 ¿Quién puede refutar persuasivamente desde la perspectiva de las víctimas la andanada de neoliberalismo en educación? 

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Creo que si miramos así las cosas, es sumamente grave —y simbólico— lo que está ocurriendo con la acusación constitucional que tiene al ministro Beyer en el banquillo.

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El problema no es solamente Harald Beyer. Tampoco lo que él simboliza. El problema, en concreto, son las víctimas. Seguramente de ellas nadie querrá ni hacerse cargo ni hablar. Así las cosas, su única posibilidad de diálogo, por muy paradójico que parezca, será otra vez la calle y el movimiento social.

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VER ARTÍCULO COMPLETO EN : http://www.elmostrador.cl/opinion/2013/03/27/beyer-y-sus-victimas/

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NOTA EDITOR : La Derecha política y la Centro Derecha junto a sus aliados, se han lanzado con todo en defensa de Beyer, pues han calculado que este tema, por una parte  divide dramáticamente a la Concertación; y por otra, cualquiera que sea el resultado de la acusación el balance político electoral será favorable a su sector, independientemente de la validez jurídica de la acusación.

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En primer lugar el "tejado de vidrio" de la Concertación en esta materia le quita peso político a la acusación; y en segundo lugar, la complejidad de los fundamentos de la acusación le permitirá a la Derecha hacer un buen manejo comunicacional de la defensa y de sus efectos político-electorales.

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En tercer lugar, obligará a M. Bachelet a tomar posiciones, que cualquiera que ella sea le implicarán un costo político significativo, pues no debe olvidarse que en la educación superior privada cuestionada hay cerca de 600.000 alumnos mayores de edad con sus respectiva familias.

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