EL RECTOR QUE LA UTEM NECESITA : UN SUEÑO IMPOSIBLE

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EL RECTOR QUE LA UTEM  NECESITA; Y, NO EL QUE NECESITA EL 50% MÁS UNO DE LOS 200 ACADÉMICOS CON DERECHO A VOTO.

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Qué son dos cosas absolutamente diferentes, que duda cabe, pero que para muchos interesados suelen confundirse, o mejor dicho, confundirlas; porque a río revuelto, ... ganancia de pescadores.

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Qué un buen rector debe ser un buen administrador general, que seleccione bien al personal de apoyo de RRHH o de la VRAF, no puede discutirse; pero que él neceseriamente esté ocupado de cuadrar la cuentas y de los flujos de caja, parece torpe e inoficioso, pues esa no es su función.

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Probablemente muchos colegas y funcionarios nuevos y antiguos serían capaces de cumplir a cabalidad esas importantes funciones. 

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¿¿ Qué cabe esperar entonces de un buen rector ??
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Esencialmente debe ser un auténtico líder académico, una persona que sepa Dónde ir, de acuerdo a las circunstancias de la organización y, no menos importante que lo anterior :  Cómo ir.

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Debiera tener, para empezar, la voluntad de llevar a sus institución a las más altas metas que le fija la Misión de la universidad, dejando de lado lo más posible sus propias metas personales. No es fácil, pues a muchos se les confunden sus afanes de gloria o prestigio, e incluso peor, su codicia, con los fines de la organización.

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Aunque resulte doloroso reconocer, debiera tener un gran sentido de la realidad humana y social de su institución, dado que ésta, por su carácter democrático interno, depende de la voluntad de la comunidad académica con derecho a voto cada cuatro años; lo que le obliga, en primer lugar a sumar criteriosamente la mayor cantidad de sujetos a fin de contar con la fuerza de impulsar el proyecto universitario al servicio del país; y restar en la medida de los posible a los que sólo buscan sus beneficios personales a costa de los institucionales.

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Fácil resulta decirlo, pero que difícil resulta encontrar una persona que reúna en si las cualidades de ser un auténtico líder universitario : Altura de miras, Voluntad creativa, Responsabilidad Social y Sentido de la Realidad.

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Lamentablemente, la mecánica endogámica de reproducción del cuerpo académico desde la creación del IPS no ha sido favorable para facilitar el ingreso de un espectro razonable de seres humanos que dispongan una amplio repertorio de cualidades humanas adecuadas al servicio de la universidad. 

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Ha sido parecido a las monarquías donde el matrimonio casi incestuoso de la familia gobernante, termina por liquidar las posibilidades de gobernar. Algo parecido a lo que ocurre en las empresas familiares que no saben evolucionar a una gran empresa y que finalizan su historia poco después de desaparecidos los dueños originales, debido al criterio de usufructuo inmediato e individual de cada uno de los familiares. 

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En consecuencia, dado que ya parece demasiado tarde como para rectificar con sentido útil lo realizado hasta aquí, quizás lo mejor es dejar de soñar con la inexistente posibilidad de contar en seis meses más con el rector ideal y abocarse a la selección de un rector que pueda sortear lo mejor posible los escollos inmediatos, dada la circunstancia que en pocos meses más, junto a la elección de rector,  la universidad debe presentarse a un crucial proceso de acreditación bajo la ley vigente que otorga de 2 a 7 años y no contempla los tres años de gracia que promete  incorporar el nuevo sistema.

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Tampoco esto es fácil de lograr, pero es más realista que buscar lo inexistente; y en alguna medida, la amenaza global puede llevar a la comunidad a un diálogo fecundo y equilibrado que defina los objetivos inmediatos de interés común y establezca vías de desarrollo de más largo plazo satisfactorias para todas las partes involucradas en el proyecto común.
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