REFLEXIONES Y ANÁLISIS EN TORNO AL PROBLEMA DE FONDO

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DE : REVISTA DIGITAL "PRIMERA PIEDRA" N° 727 22/05/2017
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EL EMPATE DE LA DERECHA.

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Por Enrique Ceppi   L.

La derecha chilena lanzó hace un par de semanas una ofensiva contra los Partidos Socialista y Comunista, sacando a luz, nuevamente, la información relativa a los capitales que esos partidos recibieron como indemnización por los bienes que les usurpó la dictadura.

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La movida táctica de la derecha fue un éxito comunicacional.

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Con información antigua, logró crear un hecho político de empate frente a la evidencia del manejo inescrupuloso de la fortuna de Sebastián Piñera Echeñique.

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La derecha se anota un punto sacando al pizarrón al Partido Socialista y al Partido Comunista para que expliquen cómo han manejado de los millones de pesos que tienen en sus arcas. En particular, las inversiones del Partido Socialista en el mercado financiero y las Inversiones del Partido Comunista en el mercado inmobiliario.

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Es obvio que un partido político, cualquiera que sea su ideología, necesita dinero para funcionar. Tiene que pagar la electricidad, el agua, los teléfonos, entre otras cosas, además de funcionarios, locales de reunión y un largo etcétera. Pero lo que no es indiferente es la fuente de aquellos recursos.

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Históricamente ha existido una gran diferencia entre las organizaciones políticas según el origen de su financiamiento.

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Dicho origen estará siempre en muy directa correlación con la orientación política que seguirán los partidos, y las posiciones que adoptarán ante los conflictos de intereses en las políticas públicas.

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En esta materia los chilenos tenemos una triste experiencia. El caso más emblemático – ver el Informe Church – fue el financiamiento otorgado por del gobierno de Estados Unidos, a través de la CIA, a partidos y organizaciones políticas contrarias al gobierno de Salvador Allende, entre ellas, el Partido Demócrata Cristiano.

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Todos sabemos cómo derivó la intervención del país norteamericano en la política chilena.

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Hoy, los partidos Socialista y Comunista han alegado, al igual que Piñera Echeñique, que siempre han actuado dentro de la ley, que no han cometido ninguna ilegalidad.

Si bien tienen razón, queda sin respuesta el cuestionamiento valórico implícito en el manejo de considerables capitales por parte de organizaciones que se supone son contrarias al  capitalismo.

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No cabe duda y es evidente la contradicción que significa poseer muchos millones de  capital, invertido en el mercado financiero o inmobiliario, y ser contrario al sistema en el  cual esos capitales obtienen su rentabilidad.

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¿Con qué moral se puede criticar a los bancos  que abusan de los clientes con tasas de interés y comisiones leoninas por cualquier servicio? ¿Cómo se puede combatir la especulación inmobiliaria que encarece las  viviendas si el partido participa del sistema?.

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Tradicionalmente los partidos Socialista y Comunista se han financiado con los aportes  de sus miembros, las cotizaciones que cada integrante debía pagar mes a mes. Más tarde – cuando llegaron al congreso – los parlamentarios debían entregar una parte de su sueldo al partido.

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Finalmente, cuando llegaron al gobierno, los Ministros y altos cargos también debían cotizar mensualmente un porcentaje de su remuneración.

A lo anterior se debe  sumar el esfuerzo permanente de los miembros de base realizando actividades de recaudación de fondos para financiar actividades partidarias.

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Con justa razón las fuerzas políticas de centro y de izquierda han sido impulsoras de la  idea que la política debe tener financiamiento público de forma transparente y bajo el  control de una entidad independiente. Esta será una garantía que nivela la cancha frente  a los partidos que representan a la plutocracia y abundan en recursos.

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En paralelo, se ha exigido y logrado que se ponga un límite a la cantidad de dinero que se puede invertir en propaganda electoral, otra reivindicación importante para nivelar la cancha.

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Mucho más acorde con los principios y los objetivos declarados por los partidos Socialista  y Comunista hubiera sido invertir esos millonarios recursos en la creación de medios de comunicación que les permitiera contrarrestar el dominio derechista en ese terreno, o bien invertirlos en locales de reunión y encuentro de la política con la comunidad, o bien en la formación política de sus miembros, y en tantas iniciativas que se pueda para impulsar,

fomentar y respaldar las luchas por sus ideales.

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A cambio de eso vemos un sistema de preservación de los recursos que en nada se diferencia con lo que haría un rentista cualquiera. Sin ninguna preocupación por la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.

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Es lamentable que partidos con una larga historia de luchas y sacrificios por la democracia y la justicia social terminen dando explicaciones por el manejo de sus finanzas en el sistema capitalista.

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Apéndices para la memoria:

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Párrafos de la Declaración de Principios del Partido Socialista según su reinscripción legal en 1990, después de la restauración de la democracia en Chile:

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1.- El socialismo es la más plena expresión de la democracia. En tal virtud, el Partido Socialista de Chile proclama su inclaudicable voluntad de contribuir siempre a la defensa y al constante perfeccionamiento de la democracia.

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3.- Para los socialistas de Chile, la unidad del socialismo y la democracia se funda en su permanente y suprema aspiración a lograr la igualdad y la libertad de todos los seres humanos, considerando ilegítimo sacrificar una en función de la otra. Por lo mismo, los socialistas luchan contra toda forma de opresión y hacen de la emancipación y de la igualdad de oportunidades de las mujeres y hombres de la tierra, sin exclusiones, el núcleo de su idea de libertad.

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Rechazan, en consecuencia, los comportamientos egoístas y excluyentes que la lógica del sistema capitalista impone a los seres humanos.

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5.- El Partido Socialista de Chile, en consecuencia, concibe la efectiva posibilidad histórica de la transformación del sistema capitalista vigente en tanto el proyecto socialista sea encarnado, asumido y respaldado por una amplia mayoría nacional…

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7.- En el Partido Socialista de Chile confluyen distintas expresiones del pensamiento emancipador y transformador del mundo contemporáneo, insertas todas en la matriz crítica de la sociedad capitalista.

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De los Estatutos del Partido Comunista de Chile, aprobados por el XXII Congreso  Nacional, realizado en Santiago los días 31 de octubre, 1, 2 y 3 de Noviembre de 2002.

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Principios Básicos: 

Es un Partido revolucionario, que lucha por el socialismo y reconoce el papel motriz de la clase obrera, de los trabajadores y trabajadoras, en el progreso y transformación social.

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Por su tradición y espíritu democrático, lucha por la democracia como forma de organización política de la sociedad y el Estado y por la supresión de toda forma de dominación política, económica, social y cultural sobre el pueblo. 

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El Partido Comunista se opone a toda forma de explotación y discriminación del ser humano.

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