¿¿¿ QUIÉN SERÁ NUESTRO "MADURO"

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            EL PROBLEMA DE LOS RELEVOS
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DESPUÉS DE UN CHÁVEZ   "INSPIRADO"  PODRÍA VENIR UN "MADURO",  PERO SI SE PLANIFICA BIEN PUEDE SER UN  "RAUL CASTRO".
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Es razonable que todo grupo de poder procure perpetuarse para poder seguir gozando de sus beneficios y/o continuar desarrollando un proyecto de transformación y desarrollo.

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Sin embargo, lo mínimo que se puede esperar es que la continuidad se planifique con una cierta racionalidad y cierto de sentido de largo o mediano plazo a fin de asegurar la supervivencia social colectiva (a menos que las dirigencias hayan optado por el escape oportuno y bien "forrado" al estilo de Duvalier o Somoza hacia un paraíso extranjero).

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La racionalidad de las sucesiones suele complicarse sobremanera cuando el que encabeza una organización se aferra al poder más allá de sus reales posibilidades o cuando la concentración del poder es tan grande que los grupos que operan bajo su sombra son excluidos de toda posibilidad de opinión o intervención en la decisión de relevo, tal como parece haber   ocurrido en Venezuela con la sucesión de Chávez en una delicada situación de salud. 

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Obviamente en una auténtica democracia las sucesiones no generan problemas agudos que vayan más allá de un rebaraje del naipe del poder. 

Sin embargo, más allá de algunas formalidades, difícilmente se puede sostener que la gobernanza universitaria de la UTEM cumple cabalmente con los requisitos de una verdadera democracia grupal.

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De allí  a que surja el temor de muchos, incluídos los que participan del gobierno universitario actual. Más aún si la autoridad da señales equívocas de estar promoviendo un delfín de su confianza.

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Sin embargo, en estos trances el problema suele resolverse por la acción de los grupos organizados que tienen la capacidad de deliberación y diálogo suficiente como para alcanzar acuerdos sucesorios.

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De otra forma, lo que cabe esperar es una guerra o guerrilla destructiva entre pequeños grupos que no logran ponerse de acuerdo. Más aún cuando todos los liderazgos internos están casi completamente destruídos.

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La historia de las naciones está llena de ejemplos más o menos dramáticos de lo que puede ocurrir en dichas circunstancias.

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