A POCOS DÍAS DE UNA NUEVA ELECCIÓN QUE PODRÍA CAMBIAR EL RITMO Y/O DIRECCIÓN DEL PAÍS

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UNA NUEVA RACIONALIDAD POLÍTICA Y EL FRACASO DE LAS PERSONALIDADES  Y  CARISMAS  EXTRAORDINARIOS.

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Probablemente a estas alturas del partido ya todos tengan decidido por quién votar en la elección presidencial. E incluso por quien no votar en la primera y segunda vuelta.

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Para la gran mayoría de los electores de la Utem, seguramente la decisión les ha resultado muy fácil por al menos dos grandes razones.

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De la primera vuelta poco o nada se puede agregar. Puntos porcentuales más o menos, lo principal parece decidido. El resto es pelea de posicionamientos políticos para el largo plazo o para las negociaciones en la segunda vuelta o balotaje.

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Tres candidatos se peleaban los dos primeros lugares y ahora pareciera que sólo quedan dos en la contienda. Y otros dos se pelean por no quedar en el último lugar.

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Los expertos en campañas electorales sacan a relucir sus más viejas y poderosas armas de combate con la esperanza de dar vuelta a  una parte de la opinión pública.

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Sin embargo,  la carencia de carisma personales que movilicen a los electores ya es un hecho de la causa.  El desprestigio de la política y en particular de los políticos hace casi imposible revertir la lógica de los electores que se juegan por sus intereses inmediatos on una racionalidad pragmática digna de las tradicionales elecciones de la UTEM.

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Cómo vamos ahí se preguntan los miles o millones de pequeños comerciantes que ya sea en las veredas de las principales avenidas o en locales atiborrados de las  galerías comerciales populares miran con preocupación los índices de sus ventas.

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Cómo vamos ahí se preguntan los miles de pequeños empresarios, ya sea los del sector productivo o los del sector servicios que miran con preocupación las demandas que brotan de una economía activa.

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Cómo vamos ahí se preguntan los cientos de miles de trabajadores públicos y municipales que año tras año deben renegociar reajustes salariales que superen el IPC y les permita mejorar su posición relativa en el mundo del consumo y su bienestar familiar en la medida que el Estado logre captar una mayor cantidad de recursos via tributaria.

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Cómo vamos ahí se preguntan los cientos de miles de trabajadores de las grandes empresas productivas o de las empresas constructoras que miran con preocupación el débil crecimiento de la economía y en consecuencia la posibilidad de conservar sus empleos o la de mejorar sus salarios.

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Cómo vamos ahí se preguntan el millón trescientos mil estudiantes de educación superior que ven como cada año que pasa el mercado laboral de profesionales se empequeñece y se satura tal como ha ocurrido en Argentina, Uruguay y muchos otros países.

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Cómo vamos ahí se preguntan las decenas de miles de políticos y de operadores políticos que miran con desesperación el desprestigio de su "noble" y destacada profesión que les ha permitido tener salar¡os que triplican o más el salario de sus compañeros de generación.

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Mientras tanto todos y cada uno de los mencionados anteriormente ven con preocupación como el país se desmorona en medio de los desfalcos que ocurren prácticamente en todas las instituciones y que estallan diariamente a tal punto que ya no sorprenden a casi nadie pese al color que le pone la prensa para subir el rating y mejorar sus ingresos por publicidad vendida.

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Es bastante probable que tengamos segunda vuelta y la atmósfera social y política se ponga muy espesa los próximos días, tal como se percibe en los finales de esta etapa de campaña.

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Es mucho lo que está en juego y son muchos los que están evaluando que es lo que más les conviene para los próximos cuatro años.

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Bien sabemos que Chile es un vagón de cola de la economía mundial y que poco podemos hacer para modificar los precios y la demanda de nuestros productos de exportación. Sin embargo, los que en alguna oportunidad en un viejo tren, saben muy que no es lo mismo ir en los primeros vagones que en el último de todos que recibe todos los tirones de la secuencia de los primeros. 

De verdad poca o ninguna poesía tendrá esta elección, pero si mucha emoción para los que si tiene mucho que ganar o mucho que perder.

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