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En términos abstractos ambos programas se parecen, pero en el Patrón del mal es sencilla la confusión de los malos que se creen buenos y los buenos que no son tan buenos.
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En cambio en T-0 las cosas son bastante más confusas, pues nadie parece saber lo que es el bien ni el mal.
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Dejando de lado por un momento el ritmo lento con que se desarrolla la zaga del Patrón del mal y la extensa repetición del capítulo anterior, valga destacar que el rasgo 'voluntarista' de Pablo Escobar se acentúa capítulo tras capítulo, centrándose sus objetivos en desquitarse con sus enemigos, mientras sus amigos lo van abandonando aceleradamente debido a lo absurdo de sus obsesiones y el enorme costo que los hace pagar por ello.
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Quizás uno de los méritos de Pablo Escobar es la claridad y precisión con que elabora sus planes y ejecuta sus acciones, a diferencia de los entrevistados de Canal 11, cuyas ambigüedades y faltas de consistencia abisman hasta el más inexperto de los espectadores.
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Con Pablo no hay donde perderse, su voluntad de dominación no reconoce límites. Lo importante es hacerse respetar cueste lo que cueste, pues no ha nacido quien se le pueda poner por delante.
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Obviamente, no es el primero en la historia de la humanidad, ni será el último que presente esta característica de personalidad que no sólo lo lleva a él a la ruina y al fracaso sino que arrastra a todos sus ad-láteres al mismo fin, tal como ocurrió con Hitler, Napoleón y muchísimos otros que asombraron al mundo con sus personalidades y sus realizaciones a escala mundial imponiendo su voluntades en pos de su gloria y de su fama.
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Sin embargo, guste o no, sólo los individuos con fuerte personalidad, don de mando y afán de dominación son los llamados a conducir y transformar las sociedades y dirigir la historia hacia su consecución, teniendo como límite lo imposible o la pugna y confrontación con otros líderes tan afanosos y enérgicos como ellos. En cambio, los individuos comunes y corrientes preocupados de su bienestar familiar y personal se acomodan con el líder que más se adecua a sus propósitos.
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Lamentablemente, en algunas ocasiones se elimina radical o tácticamente la competencia, quedando libre el camino para las formas dictatoriales de gobierno.
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Sin embargo, guste o no, sólo los individuos con fuerte personalidad, don de mando y afán de dominación son los llamados a conducir y transformar las sociedades y dirigir la historia hacia su consecución, teniendo como límite lo imposible o la pugna y confrontación con otros líderes tan afanosos y enérgicos como ellos. En cambio, los individuos comunes y corrientes preocupados de su bienestar familiar y personal se acomodan con el líder que más se adecua a sus propósitos.
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Lamentablemente, en algunas ocasiones se elimina radical o tácticamente la competencia, quedando libre el camino para las formas dictatoriales de gobierno.
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Para saber del bien y el mal, nuestro Señor nos dio una fórmula sencilla:
ResponderEliminar"Por sus frutos los conocereis"
Caramba. Si se evalua al Sr. Pinto por los frutos de sus rectorías se concluye que se ha perdido el tiempo obteniendo resulrados febles muy lejos de un proyecto sólido y autosustentado.
EliminarEn cambio, lo que se tiene es una creatura dependiente e incapaz de caminar por si sola sin la asistencia de su 'tutor'.
Construyó lo que se llama un modelo "patriarcal" de gobierno y su producto es un conjunto de "hijitos de su papá".
Mal. Pero, Muy, muy mal.
Pero, si lo comparamos con los frutos de las rectorías anteriores (intermedias), su producto es todo un éxito.
EliminarEl gran problema es dilucidar si esas rectorías intermedias no fueron también un subproducto no deseado del modelo instaurado por el patriarca, que lamentablemente le entregó todo el patrimonio a un hijo descarriado , dejando en la ruina al resto de sus ' hermanitos'.
ResponderEliminarEste posteo anónimo y digital hace recordar las antiguas Cartas Persas (anónimas) que en son de chanza criticaban al Rey Sol universitario de esa época.
ResponderEliminarParece que la Utem en el fondo no ha cambiado mucho en estos 15 años.
A propósito, esta semana se transmite por Mega, en horario nocturno, una serie dedicada al rey Luis XIV, autodenominado el "Rey Sol" y que alguna vez dijo "El Estado soy yo".
ResponderEliminarTal vez, obtendremos enseñanza sobre la futilidad de creerse el dueño de la verdad, el líder absoluto de una colectividad y el requisito único y esencial para que ésta siga existiendo.
Todos sabemos que la monarquía absoluta en Francia, sobre todo la de ese rey, si bien legó a la posteridad obras majestuosas, también nos permitió aprender que las tiranías son derrotables cuando existe la voluntad y el coraje para enfrentarlas.