En el marco de la prolongada crisis sanitaria, política, social y económica en la que nos encontramos, la Gran Logia de Chile, institución ética de tradición republicana, que a través de sus miembros proyecta sobre la sociedad los altos valores e ideales que sustenta, especialmente la fraternidad y la tolerancia, observa con preocupación el debilitamiento de la institucionalidad de la República, producto del clima de polarización e intolerancia que se ha instalado en el debate nacional y sus efectos en la gobernabilidad democrática, afectando la acción de los poderes del Estado en los distintos ámbitos que son de su responsabilidad.