TRES DIFERENCIAS HISTÓRICAS DE LAS Ues. ESTATALES
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Luis Loyola, Vicepresidente Cuech : "Es importante aclarar la historia de las universidades estatales chilenas y por qué, en el contexto de la Reforma a la Educación Superior, no pueden ser tratadas por el financiamiento público como si se tratara de oferentes privados, porque no lo son".
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El Consejo de Rectores nace por ley en 1954, y establece que el 0,5% de los impuestos fiscales y de los derechos de aduana y exportación serían destinados a la investigación universitaria con la siguiente distribución: 10/18 para la U. de Chile; 2/18 para la U. de Concepción; 2/18 para la U. Católica; 1/18 para la U. Católica de Valparaíso; 1/18 para la UTFSM; 1/18 para la U. Técnica del Estado, y 1/18 para la U. Austral.
Hacia fines de 1950, mientras las estatales eran financiadas casi en un 100% con recursos fiscales, las particulares recibían recursos del Estado que fluctuaban entre un 60% y 80% de su presupuesto. Más tarde, con la reforma de fines de los 60 se generaron cambios que fueron erradicados en dictadura. Esta situación correspondió al "Estado Subsidiario", donde la educación transitó desde un concepto de bien público a un bien de consumo.
Las universidades estatales se transformaron desde lo público, a sobrevivir y competir incluso entre ellas, comportándose también como entes privados. No debían existir diferencias con las universidades privadas, aun cuando la naturaleza jurídica de las estatales restringiera su accionar en el nuevo "mercado de la educación". Esta evidencia constituye una primera diferencia histórica.
A través de la promulgación de la Ley de Universidades de 1981, se autorizó la creación de universidades privadas, de institutos profesionales (IP) y centros de formación técnica (CFT). Esta reforma también afectó a las dos grandes universidades estatales, de cuyas sedes regionales nacieron 14 universidades y dos institutos profesionales. Ello explica, en parte, los menores aportes que reciben algunas estatales regionales respecto de sus pares no estatales, que al no ser universidades nacionales en el origen, sino regionales, no vieron subdivididos sus aportes históricos. Una segunda diferencia que lleva casi 35 años de historia.
El financiamiento fue reformulado y los aportes que recibían estatales y no estatales estarían conformados a partir de 1981 por tres instrumentos: Aporte Fiscal Directo (AFD), Aporte Fiscal Indirecto (AFI) y los aranceles universitarios. Adicionalmente, se instauran fondos concursables para investigación.
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Un sistema estatal debilitado amenaza el sistema de provisión mixta que ha caracterizado a Chile históricamente, y es eso justamente lo que hoy se intenta detener.
Luis Loyola
Vicepresidente Consorcio de Universidades Estatales de ChileRector U. de Antofagasta
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