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Hasta el 19 de marzo tienen plazo las universidades estatales para presentar al Ministerio de Educación (Mineduc) la nómina de académicos que adscribirán al plan de incentivo de retiro, que permite que docentes que superen la edad de jubilación puedan, de forma voluntaria, dimitir de su cargo y recibir una bonificación por años de servicios; esto luego de que el pasado 31 de octubre se promulgara la Ley 21.043, que permite entregar fondos por parte del Gobierno como bono por años de servicio.
La Universidad de Chile, en su presupuesto del año 2017, destinó $107 mil millones para sueldos de sus 4.237 docentes, de los cuales $15 mil millones quedaban atados a pagos para mayores de 65 años, que son 715.
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En el caso de la Universidad de Valparaíso, de un presupuesto de $21 mil millones para 1.115 profesores, $2 mil millones de ellos para los 151 académicos que cumplieron la edad de jubilación. La Universidad de Talca destinó $941 millones para el pago de 22 funcionarios, de un total de $23 mil millones y una planta de 544 docentes.
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DE : CARTAS A EL MERCURIO
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Señor Director:
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En "El Mercurio" de ayer se incluye un breve reportaje (pág. D-11) referido al incentivo al retiro voluntario que recibirán los académicos de las universidades estatales que se acojan al mismo, detallando los montos y porcentajes del presupuesto que destinan las Universidades de Chile, Valparaíso y Talca al pago de sueldos para profesores con edades sobre los 65 años. Se indica en el mismo artículo que "en varias oportunidades las casas de estudios estatales han dado cuenta de las dificultades que les genera el no poder tener una renovación de docentes más fluida, ya que no tienen la capacidad de abrir nuevas plazas para profesionales más jóvenes que cuentan con magísteres y doctorados, y que permitiría la renovación de conocimientos".
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Al respecto, es relevante reflexionar sobre las percepciones que se tienen respecto a "la edad", la cual supuestamente conlleva de manera homogénea en los individuos el deterioro de capacidades físicas y cognitivas conforme a su avance.
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Nada más alejado de la verdad, dado que dicha disminución de capacidades, hecho no discutible, depende de las condicionantes propias de cada uno y del medio ambiente, siendo una condición heterogénea e independiente de la edad cronológica.
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Debiéramos entonces evaluar las capacidades propias de cada individuo en términos de sus méritos como factor para permanecer o no a la academia.
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Quizás nos llevaríamos grandes sorpresas si en vez de ofrecer dicho incentivo al retiro a aquellos académicos por tener cierta edad, se les ofreciera a aquellos de jornada completa de la carrera ordinaria que por ejemplo en los últimos cinco años no hayan publicado un artículo indexado, obtenido fondos de investigación concursables o no aporten una docencia de calidad.
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La edad de jubilación establecida a partir de parámetros de sobrevida determinados por teorías económicas del siglo XIX ha quedado hoy obsoleta.
Sin ánimo de generalizar, el aporte de académicos que superan los 65 años, algunos de ellos, premios nacionales, directivos superiores e incluso rectores es de gran relevancia, significando su alejamiento un desmedro para nuestras universidades estatales, los que rápidamente son acogidos por instituciones privadas.
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El "edadismo", que es una forma de discriminación por el simple hecho de ser mayores, al igual que ocurre con el racismo y el sexismo, se basa en estereotipos que hace ya bastante tiempo dejaron de estar vigentes.
Es el momento de decir no al "edadismo" en la academia, y sí a la calidad reflejada en la productividad, experiencia y la capacidad de transmitir, generar y difundir conocimiento nuevo independientemente si se ha cumplido 30 o 60 años.
Marcela Pizzi Kirschbaum
Decana Facultad de Arquitectura y Urbanismo Universidad de Chile.
Académicos de Ues estatales reciben nuevo incentivo para el retiro voluntario
Hasta el 19 de marzo tienen plazo las universidades estatales para presentar al Ministerio de Educación (Mineduc) la nómina de académicos que adscribirán al plan de incentivo de retiro, que permite que docentes que superen la edad de jubilación puedan, de forma voluntaria, dimitir de su cargo y recibir una bonificación por años de servicios; esto luego de que el pasado 31 de octubre se promulgara la Ley 21.043, que permite entregar fondos por parte del Gobierno como bono por años de servicio.
Este mecanismo fue ideado debido a que, al ser las casas de estudios organismos estatales, los académicos tienen el estatuto de funcionario público, por lo que no pueden ser desvinculados de la institución, incluso aunque cumplan la edad de jubilación.
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El plan está basado en la Ley 20.374, de 2009, que faculta a las universidades estatales a otorgar un plan de retiro. Esto fue suplementado por la nueva ley, que permite al Mineduc dar fondos extras, los cuales serán entregados por las mismas universidades. El monto máximo fijado es de 950 UF.
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Este protocolo fue firmado el 3 de marzo del año pasado por la ministra Adriana Delpiano; Ennio Vivaldi, rector de la Universidad de Chile, y Juan Manuel Zolezzi, rector de la Universidad de Santiago.
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En este se detallaba el número de cupos que estarían disponibles cada año, así como las condiciones que el posible candidato tiene que cumplir.
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En varias oportunidades las casas de estudio estatales han dado cuenta de las dificultades que les genera el no poder tener una renovación de docentes más fluida, ya que no tienen la capacidad de abrir nuevas plazas para profesionales más jóvenes, que cuentan con magísteres o doctorados, y que permitirían la renovación de conocimientos.
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El plan está basado en la Ley 20.374, de 2009, que faculta a las universidades estatales a otorgar un plan de retiro. Esto fue suplementado por la nueva ley, que permite al Mineduc dar fondos extras, los cuales serán entregados por las mismas universidades. El monto máximo fijado es de 950 UF.
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Este protocolo fue firmado el 3 de marzo del año pasado por la ministra Adriana Delpiano; Ennio Vivaldi, rector de la Universidad de Chile, y Juan Manuel Zolezzi, rector de la Universidad de Santiago.
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En este se detallaba el número de cupos que estarían disponibles cada año, así como las condiciones que el posible candidato tiene que cumplir.
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En varias oportunidades las casas de estudio estatales han dado cuenta de las dificultades que les genera el no poder tener una renovación de docentes más fluida, ya que no tienen la capacidad de abrir nuevas plazas para profesionales más jóvenes, que cuentan con magísteres o doctorados, y que permitirían la renovación de conocimientos.
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En el caso de la Universidad de Valparaíso, de un presupuesto de $21 mil millones para 1.115 profesores, $2 mil millones de ellos para los 151 académicos que cumplieron la edad de jubilación. La Universidad de Talca destinó $941 millones para el pago de 22 funcionarios, de un total de $23 mil millones y una planta de 544 docentes.
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DE : CARTAS A EL MERCURIO
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No al "edadismo"
Señor Director:
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En "El Mercurio" de ayer se incluye un breve reportaje (pág. D-11) referido al incentivo al retiro voluntario que recibirán los académicos de las universidades estatales que se acojan al mismo, detallando los montos y porcentajes del presupuesto que destinan las Universidades de Chile, Valparaíso y Talca al pago de sueldos para profesores con edades sobre los 65 años. Se indica en el mismo artículo que "en varias oportunidades las casas de estudios estatales han dado cuenta de las dificultades que les genera el no poder tener una renovación de docentes más fluida, ya que no tienen la capacidad de abrir nuevas plazas para profesionales más jóvenes que cuentan con magísteres y doctorados, y que permitiría la renovación de conocimientos".
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Al respecto, es relevante reflexionar sobre las percepciones que se tienen respecto a "la edad", la cual supuestamente conlleva de manera homogénea en los individuos el deterioro de capacidades físicas y cognitivas conforme a su avance.
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Nada más alejado de la verdad, dado que dicha disminución de capacidades, hecho no discutible, depende de las condicionantes propias de cada uno y del medio ambiente, siendo una condición heterogénea e independiente de la edad cronológica.
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Debiéramos entonces evaluar las capacidades propias de cada individuo en términos de sus méritos como factor para permanecer o no a la academia.
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Quizás nos llevaríamos grandes sorpresas si en vez de ofrecer dicho incentivo al retiro a aquellos académicos por tener cierta edad, se les ofreciera a aquellos de jornada completa de la carrera ordinaria que por ejemplo en los últimos cinco años no hayan publicado un artículo indexado, obtenido fondos de investigación concursables o no aporten una docencia de calidad.
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La edad de jubilación establecida a partir de parámetros de sobrevida determinados por teorías económicas del siglo XIX ha quedado hoy obsoleta.
Sin ánimo de generalizar, el aporte de académicos que superan los 65 años, algunos de ellos, premios nacionales, directivos superiores e incluso rectores es de gran relevancia, significando su alejamiento un desmedro para nuestras universidades estatales, los que rápidamente son acogidos por instituciones privadas.
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El "edadismo", que es una forma de discriminación por el simple hecho de ser mayores, al igual que ocurre con el racismo y el sexismo, se basa en estereotipos que hace ya bastante tiempo dejaron de estar vigentes.
Es el momento de decir no al "edadismo" en la academia, y sí a la calidad reflejada en la productividad, experiencia y la capacidad de transmitir, generar y difundir conocimiento nuevo independientemente si se ha cumplido 30 o 60 años.
Marcela Pizzi Kirschbaum
Decana Facultad de Arquitectura y Urbanismo Universidad de Chile.
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