DE EL MERCURIO, CARTA
Universidades y lucro
Señor Director:
Desde el retorno a la democracia el año 1990 han pasado 24 años, cinco gobiernos y 12 ministros de educación con prácticamente el mismo ordenamiento jurídico institucional que orienta el desarrollo del sistema universitario en Chile. Y como es bien sabido, la ley sobre universidades, que data de 1981, no permite el lucro, es decir, el retiro de excedentes que se depositan en entidades comerciales fuera del giro universitario. Asimismo, la normativa legal sobre acreditación, del 2006, exige que las prestaciones de servicios desde entidades externas hacia las universidades se justifiquen en el marco del desarrollo del proyecto educativo y no sean un modo encubierto de transferencias financieras sin respaldo real.
En consecuencia, resulta encomiable la atención puesta por el rector Víctor Pérez en la última semana de que se investiguen las operaciones relacionadas de “Laureate International” y las universidades de su propiedad. Lo que llama mucho la atención y merece conocer la opinión pública es por qué no tuvo el mismo celo y firmeza en exigir en años anteriores y bajo otros gobiernos que se investigaran hechos similares. Además, y él lo sabe, las denuncias sobre dicho asunto que ha recibido el Mineduc del Consejo Nacional de Educación, la Comisión Nacional de Acreditación y el Ministerio Público y que está en proceso de revisión, en un contexto bastante precario para que el Ministerio tome decisiones y actúe, solo tienen semanas, no años.
Por ello, su reiterada insistencia en que la actual ministra no ha cumplido con su deber de investigar parece una pertinaz persecución que no se justifica, en circunstancias que —y eso es lo paradójico— ha sido precisamente este gobierno en los últimos dos años el que mayor interés y cuidado ha tenido desde 1990 para que las instituciones correspondientes operen y se hagan las reformas legales que modernicen el marco normativo institucional para las universidades chilenas.
Carlos Williamson B.
Comentario facho publicado por otro facho. Todo para seguir en tu contumaz actitud de excecrar autoridades academicas. Digno de un ejemplar hominido metamorfoseado que solo sabe alimentar odiosidades y resentimientoa desclasados.
ResponderEliminar¡¡ Buena manera de participar en un debate universitario !!
Eliminar.
Espero que el comentarista anterior sea a lo más dirigente estudiantil y no un eventual académico, que de ello sólo tendría el nombre muy mal puesto.
Sin duda, podemos estar en desacuerdo con Williamson que representa al sector privado de la Educación Superior, pero sus argumentos deben ser rebatidos con argumentos y no con descalificaciones ni eslóganes infantiles.
La calificación de la denuncia del Sr. C. Williamson como "patada en las canillas" obedece a que distrae el fondo del debate educacional del NO LUCRO en la educación universitaria y pone la atención en la inconsecuencia de los gobiernos de la Concertación que durante 20 años hicieron la vista gorda respecto al incumplimiento de la LEY que prohibe el lucro.
EliminarEs cierto que son muchos los que al respecto tiene tejado de vidrio en esta materia, pues desde hacía mucho tiempo se venía denunciando las reiteradas violaciones a la LEY por parte de numerosas universidades privadas no tradicionales, en parte importante graqcias a las investigaciones debidamente publicadas de CIPER CHILE hace más de seis años.
Las razones que pudiesen haber existido para encubrir estos hechos por pate de los gobirnos de la Concertación son materia de especulación actualmente, dado que ninguno de los grandes responsables directos han dado una mínima explicación de sus actuaciones.
Más aún, los compromete seriamente el hecho que varios de ellos que ocuparon altos cargos en los gobiernos anteriores aparecen posicionados con altísmos cargos en esas mismas universidades privadas no tradicioanales.
Lo más probable, es que esos personeros como la mayoría de los dirigentes de la Concertación, en cuanto proyecto social-demócrata, estuviesen de acuerdo con la situación heredada del régimen militar y la coexistencia de un área privada con fines de lucro que compitiese con las Ues. tradicionales para abaratar los costos directos del Estado en ese nivel educacional y ampliar la cobertura incluyendo las capas socioeconómicas excluidas del sistema y que no atendían las tradicionales por razones varias.
Hoy el movimiento estudiantil ha puesto entre la espada y la pared a todos los actores del sistema educativo y destapado un conflicto que se acumuló durante un cuarto de siglo, al punto que ya nadie sabe como resolver poniendo las cartas sobre la mesa, pues 2/3 de los estudiantes del nivel terciario están en el área privada con fines de lucro subrepticios y sólo un tercio en el sector tradicional con vocación pública.
En este contexto, o el país modifica la actual ley de educación superior que establece como norma el NO LUCRO o se hace cargo de todas las actuales Ues. que han estado funcionando con fines de lucro con las debidas indemnizaciónes a los empresarios dueños de las inmobiliarias subyacentes y a los alumnos que se vean afectados, tal como ha ocurrido con la U. del Mar.
Sin duda que la complejidad y gravedad del problema explican en gran parte las ambiguedades e imprecisiones del Programa educacional de la Nueva Mayoría y la designación de un economista en el Ministerio del Ramo.