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viernes, 21 de febrero de 2014

LA IMPRONTA DE LOS RECTORES FUNDADORES : UN ESTUDIO DE LA U. FINIS TERRAE

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UN INTERESANTE ESTUDIO SOBRE EL LIDERZGO UNIVERSITARIO
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¡¡ QUÉ DUDA CABE QUE LA U. de CHILE ES LO QUE ES GRACIAS A LAS PERSONALIDADES DE DON ANDRÉS BELLO Y DON IGNACIO DOMEYKO !!.
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Y, respecto de las U. De Concepción, la PUC, la de U. Austral de Valdivia o la U. Federico Santa María, también fueron señeros sus rectores fundadores.
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Sin embargo, en la nutrida lista de Ues. Privadas surgidas a partir de los 80s. algunas han destacado bajo la inspiración de sus rectores fundadores.
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DE :  EL MERCURIO.COM
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Las huellas de los rectores fundadores

Roberto Vega: "Existen serias evidencias de que dicho liderazgo ha jugado un rol muy importante en los cambios organizacionales, mejoras en la enseñanza y en las relaciones de la propia universidad...".

El surgimiento de las universidades privadas en Chile, en la década de 1980, se da en medio de una de las mayores revoluciones políticas, sociales, económicas y educacionales sufridas por el país en su historia. (N.E. Lo que no fue necesariamente progresista, ni verdaderamente Revolucionario, sino más bien Contrarevolucionario y Anti Progresista)

El tema de cómo surgen estas universidades ha sido suficientemente abordado, pero no desde la perspectiva del papel clave que jugó el liderazgo del rector fundador en el éxito de dichos proyectos universitarios. 

Sea que este haya dibujado una presencia constante y altamente visible en el campus, o que su gobierno se diera en la trastienda "gestionando la cultura" del lugar, para bien o para mal, los rectores son actores claves en la vida de la universidad.
Con todo, el liderazgo de los rectores es un tema controvertido que requiere ser estudiado, incluso para las universidades públicas. Se ha señalado, por una parte, que este liderazgo se constituiría en una alternativa irrelevante para el progreso de las instituciones. 

Asimismo, también se ha demostrado que si bien el liderazgo de los rectores no es una cura mágica, existen serias evidencias de que dicho liderazgo ha jugado un rol muy importante en los cambios organizacionales, mejoras en la enseñanza y en las relaciones de la propia universidad con sus comunidades.

Lamentablemente, existe muy poca literatura que refleje las particularidades del ejercicio de la autoridad en la universidad de América Latina. Tampoco tenemos en nuestros países, a diferencia de lo que ocurre en los Estados Unidos, la tradición de que los rectores, luego de dejar sus cargos, publiquen sus reflexiones. Adicionalmente, los investigadores dedicados a este campo tan vasto son muy escasos.

En este escenario, a través de una investigación publicada por la Universidad Finis Terrae, se buscó desentrañar las características particulares del liderazgo fundacional de cuatro universidades privadas. La investigación arroja luz sobre la importante cuestión, la naturaleza y alcance de la alta gestión directiva en las universidades.
Es difícil conciliar esas experiencias con la escasa épica y el alto gerencialismo de nuestros días. El relato de esos primeros años muestra la importancia de estas personalidades para el éxito de sus proyectos. 

En un ambiente adverso -aún vigente para las universidades privadas-, los rectores buscaron actuar de manera inspiracional. 

Ello les permitió simplificar ciertas materias organizacionales complejas en unos cuantos puntos centrales, y entregar una guía para el desarrollo de estrategias, la toma de decisiones y la conducta al interior de la organización y de esta con el ambiente.
De hecho, es posible sostener la presencia de un liderazgo transformacional, que permitió el despliegue de estilos de decisión diferentes como el directivo (rasgo distintivo de Rubén Covarrubias, de la Universidad Mayor), negociador (más colegiado como Bertelsen, Universidad de los Andes), persuasivo (retórico, comunicador y discursivo como Montt, Universidad Diego Portales) y de amplia delegación (como es el caso de Baraona, Universidad Finis Terrae).
También queda en evidencia la importancia de conformar consejos directivos con miembros capaces de desplegar vigorosamente sus funciones. En caso contrario, las rectorías pueden devenir en gobiernos donde la suerte de la universidad queda amarrada demasiado estrechamente al albur del talento, compromiso y energía de su rector.
Con todo, las experiencias reunidas también muestran cuán condicionados se encuentran los rectores por los sesgos de su profesión, su experiencia laboral previa y su efectivo conocimiento de los diferentes modelos universitarios.
La historia de vida posibilita la gestión directiva y a la vez constituye la principal restricción a su rango de posibilidades. 

Del mismo modo, dado que es imposible que un directivo de una organización conozca y valore adecuadamente todos los elementos que van a determinar el resultado de una decisión, las acciones y omisiones de los directivos superiores son solo una de las muchas variables que inciden en la trayectoria de una universidad. 

No puede ser de otro modo: el liderazgo es un arte, no una ciencia.

3 comentarios:

  1. ¿ Habrá alguien en nuestra Facultad de Humanidades que pudiese hacer un estudio similar con el rol y estilos de nuestros Rectores Fundadores : Coronel (R) Luis Ortíz L., Abogados Félix Lagrezze y Eduardo Hajna R., Agrónomo Luis Pinto F. e Ing. Electrónico Miguel Avendaño B.?
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    Seguramente, sería un aporte relevante para entender un poco más la historia de nuestra querida UTEM.
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  2. " Coronel (R) Luis Ortíz L. ( Qepd), Abogados Félix Lagrezze y Eduardo Hajna R., Agrónomo Luis Pinto F. e Ing. Electrónico Miguel Avendaño B."

    Por supuesto todos ellos tienen que colaborar o estudiar su documentación sobre todo en el Congreso , Mineduc , CGR y Tribunales , para escribir nuestra historia y proyectar nuestra UTEM

    Por lo menos tendremos una sólida documentación cuando nos intervengan o lleguen los representantes de la Presidenta via Mineduc

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  3. Rectores Fundadores

    Interesante el artículo sobre los estilos directivos de algunos rectores de algunas universidades privadas.

    Conociendo bastante bien, presumo yo, que en el departamento de Humanidades, no hay nadie con las competencias para describir con nivel el rasgo de los rectores fundadores de nuestra joven institución.

    Los que hemos tenido la oportunidad de estar desde el inicio y haber compartido con todos los rectores podemos tener alguna opinión sobre cada uno de ellos.

    De don Luis Ortiz, podríamos destacar su estilo estructurado y su fuerza para sacar adelante cada proyecto que asumía; gracias a eso se logro que existiera o no desapareciera el IPS.

    Felix Lagrezze era de un estilo de administración lejano y sin mayores desafíos, solo administrar lo que había y eso lo hizo bien.

    Eduardo Hajna era negociador, estructurado y con cierta visión para intentar dar un salto institucional; no tuvo tiempo para posicionar su proyecto.

    Luis Pinto (solo consideraré sus rectorados antes de Avendaño), por su personalidad bifronte, por una parte era negociador pero debido a ser obsesivo solo era condecendiente cuando lograba imponer sus ideas; se rodeó de gente con condiciones y eso hizo que su rectoría formulara un proyecto de universidad, pero por su personalidad lo quería todo a su medida, afortunadamente aunque a regaña dientes, dejaba que gente de su equipo negociara en busca del equilibrio; no era un buen comunicador pero su discurso lato ayudaba a sus propósitos. Cuando creía que una idea era buena se esforzaba por explicarla e imponerla aunque ello significara hablar por horas y lentamente. Era celoso de su cargo y no creía en la renovación, muy desconfiado de cualquier persona que se perfilara y hacia todo lo necesario para sacarlo del camino; pero eso se debía mas a su creencia que el era el único que podía administrar lo que consideraba "su proyecto", no el de todos. Será recordado porque en su rectorado se creó la UTEM, aunque algunos de su equipo tuvieron que negociar tras bambalinas para hacer posible el proyecto.
    Miguel Avendaño era buen comunicador, pero primero que todo era muy buen observador y analista lo que le permitía conocer bien a sus pares y lograr que lo escucharan y convencerlos; le gustaba escuchar a la gente y era muy respetuoso; como buen ingeniero era de ideas claras y sistémico, a la vez detallista; gran negociador y dejaba hacer y que las personas destacaran por sus capacidades propias. Era un estudioso y tenia capacidad para extraer lo mejor de cada idea o proyecto e integrarlo. Tenia claridad sobre el rumbo tecnológico que debía emprender la Universidad a escala humana. Era capaz de asumir riesgos para transitar por etapas que consideraba necesarias para llegar al estadio desde donde proyectar la UTEM que dejó descrita en los libros verde y rojo. En una de esas etapas se entrampó. No tenia sesgos de ningún tipo y le gustaba gobernar con todos, de hecho en su equipo hubo desde comunistas a Udi. Tenia una capacidad única para organizar elecciones, nunca perdió una en que estuvo involucrado (por eso sus detractores tuvieron que buscar ayuda externa para debilitarlo, por elección no lo habrían sacado). Era un planificador, planificó su día y hora de salida, a pesar de estar cercado tuvo fuerzas para resistir, no lo pudieron sacar del cargo y renuncio a plazo fijo desafiando a todos sus detractores, internos y externos. Le faltó habilidad para buscar respaldo de un partido político, era mas fuerte su afán de libertad de pensamiento. No tuvo capacidad para renovar su equipo a tiempo, sabiendo quienes lo traicionarían, tampoco pudo percibir los riesgos derivados del tema de criminalística y no supo poner los cortafuegos y fusibles necesarios.
    Puede haber mucho mas sobre estos rectores, pero es lo que recuerdo espontáneamente. Del Luis Pinto de ahora, prefiero no opinar.


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