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¡¡¡ PROBLEMAS QUE SE ARREGLAN FABRICANDO MÁS PROBLEMAS !!!
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Hace casi exactamente un año, el 13 de julio de 2015, el senador Ignacio Walker -ex presidente de la DC e integrante de la comisión de Educación-, envió una carta a la en ese entonces recién designada ministra de Educación, Adriana Delpiano, quien llegaba a suceder a Nicolás Eyzaguirre tras un duro año y medio en el Mineduc.
El documento contaba con nueve carillas, y pedía explícitamente mantener su contenido en reserva. Además de Delpiano, recibieron una copia Jorge Pizarro, Jorge Burgos y Patricio Walker, que en ese momento lideraban la presidencia de la DC, el Ministerio del Interior y el Senado, respectivamente.
“Me he permitido compartir con usted algunas reflexiones sobre la reforma educacional en marcha. (…) Es mi convicción que dicha reforma presenta graves falencias, desde su misma concepción, y en su aplicación”, comenzaba el texto, donde el senador explicaba que su problema no era con los objetivos de fondo de la reforma, que compartía plenamente, sino que más bien con la forma de alcanzar esos objetivos, que “muestra serias falencias, con un incierto pronóstico en términos de su implementación y del futuro”.
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