.
UNA LARGA LUCHA POR LA CAPTACIÓN DE LA PLUSVALÍA
NACIONAL Y MUNDIAL
.
MUCHA AGUA HA PASADO BAJO EL PUENTE DESDE ESE PRIMERO DE MAYO QUE TRAS LA MASACRE DE UN GRUPO DE TRABAJADORES EN LA CIUDAD DE CHICAGO ABRIÓ LOS OJOS DEL MUNDO "CIVILIZADO" ANTE LOS GROTESCOS ABUSOS LABORALES DE LA ÉPOCA.
.
Sin embargo, pese a todos los avances logrados y las enormes complejidades y desigualdades del actual mundo laboral, queda aún mucho camino por recorrer.
.
El desarrollo tecnológico ha multiplicado las labores que requieren conocimientos complejos que dotan al trabajador de un poder real y efectivo que por si mismo obliga al empresario a negociar salarios y condiciones de trabajo más favorables.
.
Particularmente importante ha sido este proceso en los países desarrollados, lo que les ha permitido exportar al mundo subdesarrollado el trabajo mal remunerado y apropiarse de parte importante de la plusvalía generada en esas naciones.
.
En el caso de Chile, país a medio camino, predominantemente dominado por la ideología neoliberal y con difusos resabios socializantes, se puede observar una combinación de situaciones que problematizan el desarrollo social y económico futuro.
.
La plusvalía que queda en el país es disputada ferozmente por los diferentes sectores sociales y cada cual trata de quedarse con la mayor parte posible: empresarios, políticos, gremios de empresas poderosas, segmentos profesionales claves como es el de los médicos o el de los ingenieros y abogados, luchan entre sí, para capturar el porcentaje más alto, utilizando diversos subterfugios y engaños colectivos y sistemáticos.
.
Desde algunos sectores de empleados públicos que pueden paralizar o controlar el país (FFAA y Orden), hasta
los trabajadores de las grandes empresas modernas que captan la mayor
parte de la plusvalía nacional y la comparten parcialmente con sus
trabajadores según el mayor o menor poderío de sus sindicatos (Codelco, Endesa, y otras) pasando por el mundo político que mediante impuestos capta de todos los bolsillos una cuota bastante significativa para su beneficio directo e indirecto.
.
Un caso muy especial es el de los académicos de planta de las universidades estatales que en forma autónoma administran el aparato universitario contratatando a miles de colegas de Jornada Parcial para que realicen las tareas docentes fijándoles ínfimas remuneraciones y condiciones laborales precarias (honorarios).
.
Finalmente los cientos de miles de trabajadores por cuenta propia o los microempresarios con sus millones de trabajadores dependientes deben repartirse lo poco o nada que queda de la plusvalía nacional.
.
Lamentablemente, esta estructura piramidal del mundo laboral hace muy difícil el progreso y explica la enorme falta de representatividad de un organismo otrora tan importante como fue la CUT, vinculada a los sindicatos de grandes empresas monopólicas u oligopólicas y a sectores claves del sector público (Educación, Salud, Registro Civil y otras).
.
Todo ello produce divisiones y contraposiciones de intereses, tal como se puede apreciar entre los diversos segmentos de trabajadores de la UTEM y otras universidades estatales, que debilitan al mundo laboral y benefician absolutamente al mundo empresarial y al mundo político grotescamente coludido con el anterior.
.
En consecuencia, probablemente deberemos esperar la ocurrencia de un nuevo episodio histórico una vez que se desnude el profundo engaño en el que viven la gran mayoría de los trabajadores que hoy sueñan con la utopía de un incremento significativo del salario mínimo, permitendo alcanzar el nivel ético deseado por el obispo Goic.
.
.
