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miércoles, 19 de agosto de 2015

SOCIÓLOGO DE LA U. de VALPO. DEFIENDE LA TRIESTAMENTALIDAD

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 EN LA DÉCADA DE LOS 60s y 70s. LOS SOCIÓLOGOS FUERON LOS PRINCIPALES IMPULSORES DE LA REFORMA UNIVERSITARIA Y EL COGOBIERNO.
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DE : EL MERCURIO.COM/BLOGS/, CARTAS AL DIRECTOR
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Señor Director:
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El argumento del rector de la UC, Ignacio Sánchez, y de Pedro Pablo Rosso, rector emérito de la misma institución, en contra de la participación de todos los estamentos en los órganos de gobierno universitario -uno de los tres requisitos que impone el Ministerio de Educación para que las universidades del sistema accedan a la gratuidad-, está asentado en un prejuicio que impide plantear un debate riguroso sobre la democratización de la universidad, lo que constituiría un verdadero paso atrás en la democratización de nuestro país.
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Aunque contamos con un repertorio prolijo de teorías y prácticas sobre la democracia (desde el modelo ateniense hasta la democracia deliberativa, pasando por las versiones medievales, republicana, censitaria, moderna-representativa, elitista, pluralista, economicista y un largo etcétera), sería extraordinariamente estimulante que los rectores de la Pontificia Universidad Católica nos aclararan en qué escenario hemos de colocarnos al hablar de democracia, como forma de gobierno, y si coinciden conmigo en que de lo que estamos hablando es de una doctrina de la democracia moderna y representativa.
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En la actualidad, la democracia no se trata solo de la forma de gobierno que goza de mayor legitimidad, sino también la única que merece el reconocimiento de la opinión pública y del sistema de Estados internacional, porque es la que mejor resuelve los innumerables problemas a los que se enfrentan las sociedades modernas, de forma que hablar de política hoy en día es en realidad hablar de democracia, de sus características, de sus elementos, de su calidad, de sus deficiencias, de los problemas que debe abordar. En definitiva, de cómo podemos mejorarla.
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Parece inconcebible que en una sociedad democrática, no queramos hacernos cargo de la democracia. Nadie está diciendo que armemos una réplica de la República dentro de la universidad, sino que podamos tener una organización esencialmente académica, la que no es incompatible con la participación estamental, estamentos que no gobiernan la universidad directamente sino a través de sus representantes.
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Cuál es el problema, dónde está lo inaceptable de que un ciudadano de la República, mayor de edad y en plenitud de sus derechos, pueda ser tratado de manera diferente cuando se transforma en un actor universitario (parte de un estamento), insinuando que, en aquello que se refiere a los derechos políticos y a las obligaciones que de ellos se derivan, no existe nada en la naturaleza y la función de una organización como la universidad que obligue a esta a tratar de manera diferente a sus miembros de como lo hace el Estado Democrático y de Derecho.
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Félix Aguirre
Sociólogo Académico de la U. de Valparaíso
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2 comentarios:

  1. INCREÍBLE : En la época señalada por el editor, esos mismos sociólogos y filósofos planteaban la democratización del ejército y de carabineros, mediante el mismo salto argumental descontextualizador empleado para las universidades.

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  2. La FEUSACH ni se amilanó con la recalendarización y Zolezzi al ir por lana salió trasquilado. Voz y voto triestamental es ahora en la USACH .

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