Y, si hablamos en serio, que opinaría la mayor parte de los académicos sobre el cogobierno?

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"Qué  la  gobernanza  de la  Ues.  Estatales  está mal y no funciona de acuerdo a los intereses nacionales, que es lo mínimo que corresponde, es un hecho de la causa que no  sólo  afecta a  la  UTEM, sino a la gran mayoría de las Ues. Estatales".
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¡ QUÉ LAS ASOCIACIONES DE FUNCIONARIOS SE ACOPLEN A LA PETICIÓN ESTUDIANTIL Y A LAS MOVIDAS RECTORIALES POR EL COGOBIERNO NO NOS DEBE EXTRAÑAR, PUES TIENEN MUCHO QUE GANAR Y NADA QUE PERDER !

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¡ QUÉ LO PIDAN LOS DIRIGENTES ESTUDIANTILES TAMPOCO TIENE NADA DE EXTRAÑO !

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Pero que lo esté pidiendo la Ex Presidenta (*) de la Afautem no deja de ser sorprendente, casi tanto como que lo esté promoviendo el Sr. Rector, quien seguramente por sus años  le tocó vivir la anterior Reforma Universitaria y el Cogobierno Asociado.

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Probablemente las razones que pudiesen tener estos cuatro actores para sus posturas sean muy diferentes. 

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Para algunos el poder tomar decisiones e implementarlas en una comunidad que carece de  verdadero control, más allá del formal que aplica la CGR, y a la que le está permitido gestionar autonomamente un presupuesto anual de 25.000 millones, sin duda que no deja de ser atractivo.

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Para el Sr. Rector, la razón es un misterio y quizás sea un resabio de un pasado revolucionario frustrado. O bien, consecuencia del buen ojo político que una vez más interpreta oportunamente el signo de los tiempos.

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Para la Ex Presidenta de la Afautem, la razón es mejor preguntársela a ella.

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Pero que opinan al respecto los 190 académicos JC, a los que actualmente la Ley les ha entregado la Gestión autónoma de estos enormes  recursos nacionales.

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O, que opina la comunidad nacional respecto del Cogobierno de las universidades del Estado; y cuya escasa e indirecta participación es a través  de los representantes de la Presidencia de la República .

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Qué la gobernanza de la Ues. Estatales está mal y no funciona de acuerdo a los intereses nacionales, que es lo mínimo que corresponde, es un hecho de la causa que no sólo afecta a la UTEM, sino a la gran mayoría de las Ues. Estatales. (Y por ello, muchas voces de todo el espectro político señalan la urgente necesidad de una Nueva Ley de universidades, tanto para las estatales como las privadas).

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Lamentablemente la complejidad del problema ha hecho que ésto se postergue una y otra vez,  dilatando la solución de fondo;  lo que a su vez contribuye a que los problemas  se agraven cada vez más.

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Aquellos que vivieron la Reforma universitaria desde  1968 a 1973 no pueden olvidar las consecuencias, tanto buenas como malas, de ese proceso.

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Por una parte, sirvió inicialmente para remover las viejas estructuras de poder anquilosadas que habían capturado totalmente la gestión universitaria de la época, del mismo modo que algunos cientos de terratenientes se habían apoderado de  las mejores tierras agrícolas del país y cuyo uso principal era la especulación con el precio de las tierras y de sus productos.

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Sin embargo, a poco andar se pudo apreciar una profunda parálisis de todo el sistema universitario sumido en un asambleísmo improductivo a cargo de operadores políticos que de universidad  sabían poco o nada y que mucho menos les interesaba, pues su foco estaba puesto en el cambio radical de la sociedad global.

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Que el cogobierno universitario por los tres estamentos, a parte de los beneficios estamentales que se puedan lograr, pueda mejorar la "gobernanza" universitaria estatal, es algo bastante discutible, puesto que atenta contra todos los principios de la gestión en uso en cualquier parte del mundo; y sólo justificable por cortos períodos en situaciones donde se requiere cambios profundos de las estructuras anquilosadas existentes.

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Pero, en cualquier lugar del mundo donde hayan triunfado las "revoluciones",  rápidamente  han sido  desmontadas esas instancias de participación colectiva por ineficientes.
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En consecuencia, cabe preguntarse si los colegas del cuerpo académico tienen  verdaderamente razones para compartir la actual "gobernanza" universitaria, pues es un asunto  que debieran plantearse los colegas en la próxima elección de la  AFAUTEM a realizarse en unos pocos días más. 
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Nunca es demasiado tarde para reaccionar, aunque el rector supuestamente  esté  a favor de dicho proyecto y se sepa de antemano que pasarán varias generaciones de estudiantes antes que una ley de ese tipo  pueda ser promulgada en el país. 
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En todo caso, no cabe hacerse mucha ilusiones al respecto, pues el arte de la supervivencia consiste en hablar y escribir muy poco y dejar que sea el "Lucho el que saque las Castañas del Fuego".
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Y si él no pudiese, ya habrá oportunidad para que en el Congreso Nacional, los Srs. Parlamentarios le den el tiempo más que prudente al asunto como para que muchos se olviden de ésto o que otras preocupaciones resulten mucho más gravitantes.

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