PROFESOR ECONOMÍA FAE ANALIZA PETITORIO ESTUDIANTIL

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DE : CORREO DE BLOGGER
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Estimada Comunidad Universitaria:

Hasta este momento he sido sólo un espectador más de las movilizaciones que se han venido sucediendo en nuestra institución, no sin haber hecho una reflexión y haber llegado a una postura definida en cuanto a las causas y demandas que en la actualidad tienen a los estudiantes en paro.

En este sentido, tomada las publicaciones realizadas por los estudiantes movilizados y los últimos hechos ocurridos en la universidad analizaré cada una de sus propuestas.

1.- Fin al subcontrato: 

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Este tipo de contratos por lo general, cuentan con cláusulas relacionadas con condiciones bajo las cuales se puede dar término anticipado a lo pactado, las que se encuentran vinculadas a indemnizaciones, lo que sumado a que el servicio se debe de mantener, o sea, la institución debe contratar personal para tal finalidad, se estaría incurriendo en un doble gasto en el caso de poner fin anticipado a la concesión, generando una ganancia de libre riego para la empresa contratista.  

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En consecuencia, se quitarían recursos para libros, mantención o futuros proyectos educativos para entregárselos a un privado, situación a todas luces contraria a la noción de fortalecer la educación pública que persiguen las manifestaciones.  Es por ello, que encuentro plausible la solución propuesta por rectoría de no continuar con este tipo de contratación conforme finalicen los períodos contratados.

2.-Fin a los Honorarios: 

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En primer lugar, la contratación de personal a honorarios es una práctica extensiva en la administración pública y no sólo en nuestra casa de estudios.  

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Como segundo aspecto a considerar, es que es muy difícil poner fin a un contrato de planta, por lo cual, un trabajador o incluso un profesor puede ser muy mal trabajador, mal académico o no hacer investigación y aun así seguir contratado por la UTEM, dado que esta se ve prácticamente imposibilitada de poder desvincularlo, por lo cual, se cae en el peligro de que tengamos profesores con continuas malas evaluaciones, pero sigan haciendo clases.  

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En este sentido, me resulta razonable la posibilidad de que se abran puestos a contrata, aunque, siempre existirán profesores o funcionarios que quieran mantenerse a honorarios por ser la forma más factible de poder hacer clases, como es el caso de aquellos que desempeñan actividades laborales en otras instituciones.

3.-Asamblea Triestamental Resolutiva: 

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A mi entender, este es el punto más delicado de la discusión.  En primer lugar, las universidades son instituciones jerarquizadas, por lo cual, los grados de participación y responsabilidad están en función de ello.  

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Esto quiere decir, que los puestos de conducción y decisión dan las directrices y deben responder por ellas, en cuanto a los subordinados deben acatar y seguir esos lineamientos, y en el caso de fracasar quienes asumen las responsabilidades son las personas que dieron las directrices.  .

Ahora, si los alumnos participan en la dictación de los lineamientos y se equivocan ¿quién asumiría las responsabilidades?.  

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Como segundo aspecto, la estancia de los alumnos en la universidad es de corto lapso, y tomando en cuenta que las transformaciones son lentas de implementar y de visualizar sus resultados, un alumno que haya votado por una medida en primer año, con suerte la verá efectiva en cuarto o quinto, y si es mala la medida, no asumirá los costos, sino quienes se mantengan de manera permanente como son los profesores y funcionarios, y por supuesto, los nuevos estudiantes.  

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En tercer lugar, las instituciones para desarrollarse necesitan estabilidad, y como los estudiantes salen e ingresan todos los años, resulta ser contraproducente la aplicación de volatilidad a una institución, y considerando que esta conflictividad sea positiva, cuáles son los costos asociados, posiblemente sea mayor los perjuicios que los beneficios a alcanzar.  

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Como cuarto punto, en la actualidad existen muchas instancias en donde los estudiantes pueden influir, pero que sin embargo no las utilizan (consejos de facultad; federación de estudiantes que sea continua en su funcionamiento; ayudantes de cátedra entre otras), es por ello, que resulta incoherente en que quieran ser parte de la “refundación” de la UTEM, pero no participan en las actuales instancias disponibles.  

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En quinto lugar, al visitar ayer la FAE por una situación administrativa, me encontré con la “asamblea triestamental” convocada por los estudiantes, y sólo pude ver un grupo de no más de 30 estudiantes de un universo de a lo menos 1500, o sea, sólo el 2% del alumnado, eso me da a entender que ni siquiera a los mismos estudiantes que llevan estas consignas les interesa, y lamentablemente, comunicados posteriores culparon a rectoría de no dejar en libertad a los profesores para asistir a la asamblea. 

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Pero los convocantes siguen sin asumir sus responsabilidades del poco compromiso que han logrado obtener por parte del estudiantado con sus demandas, y son precisamente estos “representantes” de los estudiantes que desean una asamblea resolutiva refundacional.

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Y si se toman malas decisiones ¿a quién culparán de los errores?.  

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Como sexto punto, la institucionalidad vigente no lo permite hacer, y como somos una sociedad de derecho, cualquier cosa que se intente hacer fuera de lo establecido, no resulta válido ni posible de ser aplicada.

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Como he podido observar, las peticiones realizadas por los estudiantes movilizados escapan de su ámbito de competencia, además de ser poco realista e inoperante en la realidad.  

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Sin embargo, comparto la visión general de que entre todos debemos mejorar y defender la educación pública, pero NO hay propuestas del estudiantado que vayan en esa dirección, y además las mejoras son de TODOS, o sea, profesores que realicen investigación, funcionarios comprometidos con un buen desempeño, estudiantes que sean proactivos y tengan la iniciativa de ir más allá, jóvenes que se interesen por ser ayudantes de cátedra y hacer investigación.  

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La calidad no es pedir o exigir calidad, sino hacer cosas de calidad, todo parte por nosotros, y no debemos esperar que el resto haga lo que nosotros debemos hacer.

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Para finalizar, no me queda más que solicitar a los estudiantes que se informen, que asistan a las asambleas, que voten y sean parte activa de lo que sucede en la institución, considerando que quizás una mayoría quisiera volver a clases, pero como no van a votar, no se informan, no asisten a las asambleas, pierden clases por un movimiento que mi parecer busca cosas relacionadas más con poder que calidad y mejoramiento de la institución.

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Alejandro Astudillo

Profesor de Economía FAE.