.
Señor Director:
El rector Ignacio Sánchez, en su polémica con el profesor Agustín Squella, ha abierto nuevas aristas que son interesantes de debatir. Hay que distinguir entre el pluralismo del sistema, que es más bien su variedad, y el pluralismo de cada universidad, tanto en sus orientaciones como en la composición de su alumnado y autoridades.
Lo que todos debemos comenzar a aceptar es que 30 años de libertinaje en la educación superior produjeron un verdadero caos: universidades de alto, medio y nulo pluralismo; 75% de 15 mil carreras sin acreditar; un Aporte Fiscal Directo (AFD) asignado a la PUC y a la U. de Concepción por meros criterios históricos que hoy ya no obedecen a ningún criterio razonable; un CRUCh cuya composición ya no resiste análisis; una red de universidades estatales estrangulada burocráticamente, en las cuales el Estado deliberadamente dejó de invertir por 30 años, con la U. de Chile desmembrada y su educación técnica regalada al sector privado; un Aporte Fiscal Indirecto (AFI) que tampoco resiste análisis, y la educación técnica superior divorciada de la educación media y de la universitaria.
El sistema deberá reordenarse gradual, pero significativamente, incluyendo su estructura de financiamiento.
En este proceso, nos parece evidente que el Estado tiene el deber, por razones de pluralismo y proyectos estratégicos, de invertir en su propia red de instituciones, para darles el mismo sitial que tienen en los países avanzados.
Mario Waissbluth
Presidente Educación 2020
DEBATE INICIADO POR EX RECTOR DE U. de VALPO. SE PROFUNDIZA
.
1.- MARIO WAISSBLUTH : UN ENFOQUE PRAGMÁTICO
.
Señor Director:
El rector Ignacio Sánchez, en su polémica con el profesor Agustín Squella, ha abierto nuevas aristas que son interesantes de debatir. Hay que distinguir entre el pluralismo del sistema, que es más bien su variedad, y el pluralismo de cada universidad, tanto en sus orientaciones como en la composición de su alumnado y autoridades.
Lo que todos debemos comenzar a aceptar es que 30 años de libertinaje en la educación superior produjeron un verdadero caos: universidades de alto, medio y nulo pluralismo; 75% de 15 mil carreras sin acreditar; un Aporte Fiscal Directo (AFD) asignado a la PUC y a la U. de Concepción por meros criterios históricos que hoy ya no obedecen a ningún criterio razonable; un CRUCh cuya composición ya no resiste análisis; una red de universidades estatales estrangulada burocráticamente, en las cuales el Estado deliberadamente dejó de invertir por 30 años, con la U. de Chile desmembrada y su educación técnica regalada al sector privado; un Aporte Fiscal Indirecto (AFI) que tampoco resiste análisis, y la educación técnica superior divorciada de la educación media y de la universitaria.
El sistema deberá reordenarse gradual, pero significativamente, incluyendo su estructura de financiamiento.
En este proceso, nos parece evidente que el Estado tiene el deber, por razones de pluralismo y proyectos estratégicos, de invertir en su propia red de instituciones, para darles el mismo sitial que tienen en los países avanzados.
Mario Waissbluth
Presidente Educación 2020
.
2.- JORGE PEÑA VIAL : UN ENFOQUE TEÓRICO, O LA CONFESIONALIDAD DE LOS NO CONFESIONALES.
.
Señor Director:
Agustín Squella ha enfatizado que el pluralismo en las universidades del Estado es una exigencia perentoria que no cabe pedir a universidades católicas o confesionales deudoras de un determinado ideario.
Según este planteamiento, pareciera que el pluralismo es monopolio de las estatales, situadas por encima del bien y el mal, y de algunas universidades privadas que voluntariamente así se lo propusieran. El profesor Squella parece no darse cuenta de que siempre todos, sean cuales sean nuestras intenciones de estar abiertos a diversas doctrinas, estamos insertos en una determinada tradición intelectual.
Como ha planteado Alasdair MacIntyre, hay tres grandes tradiciones de pensamiento; y aquella que se presenta a sí misma como del todo objetiva, neutral y pluralista, es la moderna ilustrada racionalista, que como tal es también una tradición de pensamiento, aunque no se esté consciente de ello por considerarse del todo abstracta, racional, atemporal y sin raíces históricas determinadas. Pero ella forma parte del ideal racionalista de origen ilustrado que persiste hasta hoy. Lo queramos o no, todos los profesores y universidades somos deudores de determinadas tradiciones de pensamiento, ya sea de la tradición católica-tomista, de la moderna-racionalista o de la posmoderna-genealógica.
No podemos sustraernos a los desarrollos de concretas y determinadas tradiciones de pensamiento, porque debemos reconocernos formando parte de ella.
Lo que sí cabe es el diálogo y la discusión intelectual entre las diferentes tradiciones y ella debe darse en toda universidad que merezca el nombre de tal. Así, una universidad, ya sea católica o estatal, debe enseñar tanto a Aristóteles, Kant o Nietzsche (representantes paradigmáticos de las tres tradiciones), porque los tres de alguna manera han forjado nuestra actual condición histórica y cultural y no pueden ignorarse.
.
Pero es una falacia considerar que solo algunos aceptan la diversidad y están abiertos a todas las doctrinas, mientras los otros tienen dependencias que les imposibilitan una mirada pluralista.
Jorge Peña Vial
Director del Instituto de Filosofía, U. de los Andes
.
3.- SAMUEL FERNÁNDEZ : BREVE, PERO AL HUESO.
.
Señor Director:
.
Todo proyecto educativo parte de ciertas convicciones acerca de lo que es el ser humano y de lo que es la sociedad. Entonces, no hay proyecto educativo sin presupuestos, es decir, sin convicciones previas o, por decirlo de otro modo, sin "creencias" previas.
.En este sentido, todas las universidades son confesionales: unas confiesan una cosa, y otras confiesan otra. De hecho, agnósticos, creyentes y no creyentes tenemos en común que no podemos pensar sin presupuestos.
.
Samuel Fernández
Profesor UC
Agustín Squella ha enfatizado que el pluralismo en las universidades del Estado es una exigencia perentoria que no cabe pedir a universidades católicas o confesionales deudoras de un determinado ideario.
Según este planteamiento, pareciera que el pluralismo es monopolio de las estatales, situadas por encima del bien y el mal, y de algunas universidades privadas que voluntariamente así se lo propusieran. El profesor Squella parece no darse cuenta de que siempre todos, sean cuales sean nuestras intenciones de estar abiertos a diversas doctrinas, estamos insertos en una determinada tradición intelectual.
Como ha planteado Alasdair MacIntyre, hay tres grandes tradiciones de pensamiento; y aquella que se presenta a sí misma como del todo objetiva, neutral y pluralista, es la moderna ilustrada racionalista, que como tal es también una tradición de pensamiento, aunque no se esté consciente de ello por considerarse del todo abstracta, racional, atemporal y sin raíces históricas determinadas. Pero ella forma parte del ideal racionalista de origen ilustrado que persiste hasta hoy. Lo queramos o no, todos los profesores y universidades somos deudores de determinadas tradiciones de pensamiento, ya sea de la tradición católica-tomista, de la moderna-racionalista o de la posmoderna-genealógica.
No podemos sustraernos a los desarrollos de concretas y determinadas tradiciones de pensamiento, porque debemos reconocernos formando parte de ella.
Lo que sí cabe es el diálogo y la discusión intelectual entre las diferentes tradiciones y ella debe darse en toda universidad que merezca el nombre de tal. Así, una universidad, ya sea católica o estatal, debe enseñar tanto a Aristóteles, Kant o Nietzsche (representantes paradigmáticos de las tres tradiciones), porque los tres de alguna manera han forjado nuestra actual condición histórica y cultural y no pueden ignorarse.
.
Pero es una falacia considerar que solo algunos aceptan la diversidad y están abiertos a todas las doctrinas, mientras los otros tienen dependencias que les imposibilitan una mirada pluralista.
Jorge Peña Vial
Director del Instituto de Filosofía, U. de los Andes
.
3.- SAMUEL FERNÁNDEZ : BREVE, PERO AL HUESO.
.
Señor Director:
.
Todo proyecto educativo parte de ciertas convicciones acerca de lo que es el ser humano y de lo que es la sociedad. Entonces, no hay proyecto educativo sin presupuestos, es decir, sin convicciones previas o, por decirlo de otro modo, sin "creencias" previas.
.En este sentido, todas las universidades son confesionales: unas confiesan una cosa, y otras confiesan otra. De hecho, agnósticos, creyentes y no creyentes tenemos en común que no podemos pensar sin presupuestos.
.
Samuel Fernández
Profesor UC
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
LOS COMENTARIOS ANÓNIMOS SERÁN AUTORIZADOS EN LA MEDIDA QUE CONSTITUYAN UN APORTE CRÍTICO A LA GESTIÓN UNIVERSITARIA Y NO IMPLIQUEN OFENSAS PERSONALES.