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"Al cumplirse 25 años del plebiscito, la alegría tardía se vive como frustración, rabia y urgencia"
Por PATRICIA POLITZER, EL MOSTRADOR.CL , (PÁRRAFOS EXTRACTADOS)
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Fue una jornada larga, larguísima, con múltiples emociones hasta culminar en la madrugada, llevándose a casa la portada del Diario La Época —“Amplio Triunfo del No”— como para asegurar que esto no era un sueño sino realidad pura y dura.
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El triunfo de ese NO rotundo no fue cosa de un mes, de una franja televisiva, ni de un puñado de iluminados. Fue la culminación de un conjunto de actos más o menos heroicos que comenzaron el mismo día del Golpe.
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Bien entrada la década del 80, fue creciendo el liderazgo de aquellos dirigentes que —en acto de osadía política— decidieron validar ese camino espurio que era el plebiscito inventado por la derecha gobernante. Millones se inscribieron en los registros electorales y miles se capacitaron como apoderados para cuidar cada voto e impedir el fraude.
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¿Qué significaba que llegara la alegría? Supongo que la mayoría —ingenua quizás— imaginaba una nueva constitución con un régimen político democrático, sin binominal, sin senadores designados, sin Consejo de Seguridad Nacional; una revisión de la privatización de empresas públicas, las Isapre y las AFP; el procesamiento de los agentes de la DINA y la CNI para saber la verdad y hacer justicia; nuevas leyes laborales y una sociedad civil con espacios de participación efectivos.
Al cumplirse 25 años del plebiscito, la alegría tardía se vive como frustración, rabia y urgencia. La conmemoración de los 40 años del Golpe parece marcar definitivamente el comienzo de una nueva etapa. Hacer sentir esta transformación es el desafío del próximo gobierno.
La memoria no es asunto del pasado sino del presente para determinar el futuro. Por eso, es indispensable reivindicar este plebiscito como realmente ocurrió: con todos sus actores. Para muchos —me incluyo— fue el día más feliz de sus vidas.
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En pocas palabras, el Plebiscito del 88' fue, para Pinochet, un disparo en el pié; lo estableció para ganarlo y lo perdió. Aún así, estuvo un año de yapa, el 89' enterito.
ResponderEliminarLo de la "Alegría ya viene"....., si es que llegó, no lo hizo como se prometió. En gran medida, seguimos con la Constitución y el modelo económico legados por la dictadura.
¿Hay tanto motivo para celebrar?
Como en la UTEM, han pasado 4 años y la alegría no llega, como tampoco los compromisos asumidos: no despidos (se fueron 86 académicos que estaban en la contrata), persecuciones, servicios de inteligencia, muchos otros. La mentira es la base de su accionar.
ResponderEliminarHoy más que nunca es imprescindible que aparezcan los líderes positivos en la UTEM, al igual que aquellos que hicieron posible la vuelta a la democracia en el país. Líderes que sean honestos, comprometidos, responsables, competentes, que quieran engrandecer la institución con todos y no sobre la base de inventar causas para despedir a los "díscolos". Yo creo que existen, pero deben atreverse a desafiar a los "mala leche" e infiltrados.
ResponderEliminarNo esta fácil lo soñado por el comentarista de las 22:55, pero no es imposible. Quizás lo mas difícil sea que algunos depongan sus intereses de corto plazo y quieran sumarse a un proyecto universitario que nos permita no solo sobrevivir sino que también destacarse. Para eso necesitamos algún colega o líder, como quieran llamarlo, que no espero hacerse rico necesariamente, solo tener una buena renta, que espere el mejoramiento con todos y no solo con sus amigotes, que no crea que los despidos de los "otros" es la solución. Ya tuvimos a juanhito que intentó despedir a todos aquellos sin doctorado dostorado, así también tuvimos a mandrake que ese si despidió muchos colegas. Necesitamos alguien motivador, eso es esencial.
ResponderEliminarEn la universidad hace años no hay alegria. Reina el miedo, la tristeza, desanimo, rencor.
ResponderEliminarParece que los comentaristas no se han dado cuenta donde trabajan.
ResponderEliminarAquí esta lleno de viejos que no han podido obtener algún doctorado, con suerte un magister ibérico.
Debe haber renovación. Comparto que deben primar los intereses superiores, y eso implica que los vejetes y algunos otros no tan vejetes que dejaron en herencia los que ya se han ido deben irse a cuidar nietos o tratar de ganarse la vida en algo útil y a la altura de sus capacidades, pues no han hecho nada por la universidad.
Claudio espero que no falles y sigas con este blog de lo contrario los poderes fàcticos terminaràn por imponerse en la Utem y la alegria ya no llegará.
ResponderEliminarDe que alegria hablan, nos estamos llenando de infiltrados. Y lo mas triste que hasta LP no se da cuenta de como lo traicionan todos los dias sus cercanos que nos llevaran a una dictadura sin vuelta atras y sumidos en el.descredito y la pobreza.
ResponderEliminarCon el alejamiento del ex VRAC, la alegría se fue de la gestión UTEM
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