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Con varios años de antelación a que la OCDE mostrara que Chile es uno de los países miembros con un mayor nivel de segregación en materia de enseñanza, en la academia constatábamos que esa realidad afectaba de manera dramática el nivel educacional de niños y jóvenes de nuestro país.
Y eso no está restringido a los colegios particulares o particulares subvencionados del país. Muchos de los colegios municipales seleccionan a los alumnos. Solo aceptan en sus aulas a los estudiantes con mejores promedios de enseñanza básica y excelentes resultados en diversas pruebas.
La equidad es parte de la calidad y contribuye a la agregación de valor a la formación. Diversos estudios y expertos muestran que la integración y, como consecuencia, la inclusión fortalecen al aprendizaje, reconociendo la contribución del conjunto de los miembros que participan del proceso educativo.
En esa misma línea, las universidades estatales seguimos trabajando en la inclusión para dar oportunidades a quienes no se verán beneficiados por esa reforma y son el resultado de un sistema injusto y que fomenta la exclusión. El ranking de notas, que ha tenido excelentes resultados, apunta en esa dirección.
Señor Director:
Ayer, las decisiones de los rectores dejaron damnificados a los alumnos de la educación técnica. Hoy, con la forma de aplicación del ranking , los que están pagando los costos son los alumnos de los liceos emblemáticos.
Quisiéramos creer que esta práctica es asunto del pasado. Sin embargo, recientemente el propio rector Zolezzi afirmó que "si uno revisa el informe Pearson, dice que la PSU se apega a los estándares internacionales". Nada más alejado de la verdad, como lo demostró El Polígrafo de "El Mercurio".
Segregación versus inclusión
"La selección afecta de manera negativa al sistema educativo en cuanto segrega de acuerdo con un cierto tipo de atributos, debilitando el desarrollo de una comunidad educativa que se nutre de lo diverso...".
Con varios años de antelación a que la OCDE mostrara que Chile es uno de los países miembros con un mayor nivel de segregación en materia de enseñanza, en la academia constatábamos que esa realidad afectaba de manera dramática el nivel educacional de niños y jóvenes de nuestro país.
Por lo anterior, decidimos tomar medidas para modificar esos hechos desde nuestro ámbito de acción, y lo hicimos con iniciativas que favorecieron la inclusión de sectores vulnerables en la educación superior. El 2007, la Universidad de Santiago de Chile fue la primera en poner en marcha el programa Propedéutico, sistema de ingreso a la universidad alternativo a la PSU, cuyo eje central es la inclusión social y esfuerzo desplegado en la enseñanza media.
La iniciativa, desarrollada en forma posterior por otras casas de estudios y tomada como referencia por el Ministerio de Educación, ha sido exitosa desde el punto de vista académico y humano.
Sin embargo, este programa solo busca "reparar" de forma parcial problemas académicos y sociales profundos de nuestro sistema educacional que se explican no solo por la tremenda desigualdad social existente en nuestro país, sino también por la selección y segregación a nivel escolar.
Y eso no está restringido a los colegios particulares o particulares subvencionados del país. Muchos de los colegios municipales seleccionan a los alumnos. Solo aceptan en sus aulas a los estudiantes con mejores promedios de enseñanza básica y excelentes resultados en diversas pruebas.
Es la selección y segregación en los colegios públicos, que deberían dar el ejemplo, lo que nos hace diferir de los métodos que se practican en esas instituciones educacionales -sin desmerecer sus méritos-. Se trata de una discrepancia de principios y de conceptos.
En primer término, atenta contra los propios tratados que ha firmado nuestro país. En 1971, Chile ratificó la "Convención relativa a la Lucha contra las Discriminaciones en la Esfera de la Enseñanza", donde se comprometió a derogar todas las disposiciones legislativas y administrativas en esa línea y abandonar todas las prácticas que entrañen discriminaciones en la esfera de la enseñanza.
En segundo término, tal como sostiene Unicef, la selección afecta de manera negativa al sistema educativo en cuanto segrega de acuerdo con un cierto tipo de atributos, debilitando el desarrollo de una comunidad educativa que se nutre de lo diverso.
La equidad es parte de la calidad y contribuye a la agregación de valor a la formación. Diversos estudios y expertos muestran que la integración y, como consecuencia, la inclusión fortalecen al aprendizaje, reconociendo la contribución del conjunto de los miembros que participan del proceso educativo.
Es así que se cuestiona lo que tradicionalmente se entiende por excelencia académica: "Un colegio y un profesor de calidad es aquel que logra buenos resultados con todos sus estudiantes, y no solo con los más aventajados", ha señalado Mario Waissbluth, fundador de Educación 2020.
El Gobierno reconoce ese obstáculo de base. Por eso, uno de los tres ejes de la reforma educacional es poner fin a la selección. "Es absolutamente inaceptable que los colegios discriminen... Esta es una sociedad que se reproduce en sus privilegios, de manera sistemática y ofensiva, y no solo impide la cohesión social, sino que impide la germinación efectiva de los talentos", ha dicho el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre.
El diagnóstico y propósito de la reforma va en el sentido correcto. Esperamos que se apruebe en un plazo breve.
En el intertanto, los colegios públicos, al menos, deberían abandonar las prácticas discriminadoras.
En esa misma línea, las universidades estatales seguimos trabajando en la inclusión para dar oportunidades a quienes no se verán beneficiados por esa reforma y son el resultado de un sistema injusto y que fomenta la exclusión. El ranking de notas, que ha tenido excelentes resultados, apunta en esa dirección.
En lo que atañe de forma más directa, la universidad que dirijo, que recibió el 2008 la Cátedra Unesco sobre Inclusión en Educación Superior como un reconocimiento a la trayectoria en temas de inclusión y equidad, seguirá trabajando en esa línea. A partir de este año ejecutará un nuevo programa inclusivo llamado Ranking 850. La iniciativa permitirá a 20 jóvenes que tenían el mejor promedio de su colegio, pero no obtuvieron el puntaje mínimo en la PSU, poder postular a la Universidad de Santiago.
Nuestro desafío como casa de estudios es crear un lugar de encuentro donde convivan los mejores talentos del país, lo que significa que no solo tienen cabida los jóvenes que obtienen un puntaje destacado en la PSU, sino también los alumnos de esfuerzo y con potencial intelectual que no recibieron los conocimientos necesarios para obtener un buen resultado en la prueba de admisión a las universidades chilenas.
Dr. Juan Manuel Zolezzi Cid
Rector
Universidad de Santiago de Chile
RESPONDEN M. KOLJATIC Y MÓNICA SILVA
Martes 06 de enero de 2015
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