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SI EN LAS
DEMOCRACIAS, AUNQUE IMPERFECTAS, LAS ORGANIZACIONES ELIGEN A SUS
DIRIGENTES, NO MENOS CIERTO ES QUE LOS LÍDERES EN ALGUNA MEDIDA ELIGEN O
DETERMINAN A SUS ORGANIZACIONES.
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Del más o menos correcto funcionamiento de esa relación dialéctica depende que las organizaciones surjan, vegeten o mueran.
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Bien
sabe de esto la comunidad académica de la UTEM, pues lo ha vivido
intensamente desde sus inicios bajo la dirección del Coronel (R) don
Luis Ortíz Lorenzo y sus diversos sucesores.
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Discutible
es determinar en estos momentos las huellas y la importancia de cada
uno de ellos, pues cada cual dejó su impronta en la organización,
empezando por el primer rector delegado que instaló a un grupo de
"amigos-hermanos", incluído su concuñado Luis Pinto F., en las cúpulas
formales e informales de la estructura institucional.
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Quizás
más importante, fue el posterior rector delegado don Eduardo Hajna R.,
que luego de desmontar en parte importante las estructuras de poder
heredadas del Rector Delegado Fundador, intentó perpetuarse en la
dirección de la universidad, incorporando al IPS a un grupo heterogéneo
de leales a su proyecto particular, principalmente vinculados al régimen
militar.
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EN DESARROLLO
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