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UN PALACIO EN PLENA ALAMEDA
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HA PASADO EL TIEMPO Y EL DETERIORO PROGRESIVO DEL PALACIO ARISTÍA CONTINÚA INEXORABLE PESE A LA OTRORA ABUNDANCIA DE RECURSOS DISPONIBLES HASTA HACE UN POCO TIEMPO ATRÁS, PERO QUE SE INVIRTIERON CONFUNDIENDO UNA UNIVERSIDAD ESTATAL EN UNA EMPRESA INMOBILIARIA.
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Pero como el tiempo no pasa en vano, lo que fue en un momento gran motivo de alegría para muchos que seguramente que era un gran negocio, se ha transformado cada vez más en un pesado elefante blanco, que de blanco le queda ya muy poco.
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Y por otra parte, las múltiples propiedades compradas a precios comerciales en los últimos años, ahora post crisis del mal llamado "estallido social" y rematado por epidemia viral que ha remecido fuertemente todo el sistema de educación y que lo seguirá removiendo por mucho tiempo más, las viejas propiedades valen y valdrán una fracción menor del precio pagado y de los créditos contraídos para su enajenación.
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Obviamente este monumento arquitectónico llamado Palacio Aristía es un ícono importante de la ciudad y maravillosamente ubicado para dar realce a cualquier institución de carácter educacional. Sin embargo, el deplorable estado en el que fue entregado requería de una inmensa inversión para una recuperación supervisada por la Dirección Nacional de Monumentos y Patrimonio Cultural.
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Hoy sin embargo, tal como lo hace notar un artículo en Revista de El Mercurio del 25 del presente, se encuentra en prácticamente completo y publico abandono para vergüenza de la Universidad que tiene puesto su nombre en su deteriorada fachada.
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EN DESARROLLO
UN PALACIO EN PLENA ALAMEDA
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HA PASADO EL TIEMPO Y EL DETERIORO PROGRESIVO DEL PALACIO ARISTÍA CONTINÚA INEXORABLE PESE A LA OTRORA ABUNDANCIA DE RECURSOS DISPONIBLES HASTA HACE UN POCO TIEMPO ATRÁS, PERO QUE SE INVIRTIERON CONFUNDIENDO UNA UNIVERSIDAD ESTATAL EN UNA EMPRESA INMOBILIARIA.
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Pero como el tiempo no pasa en vano, lo que fue en un momento gran motivo de alegría para muchos que seguramente que era un gran negocio, se ha transformado cada vez más en un pesado elefante blanco, que de blanco le queda ya muy poco.
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Y por otra parte, las múltiples propiedades compradas a precios comerciales en los últimos años, ahora post crisis del mal llamado "estallido social" y rematado por epidemia viral que ha remecido fuertemente todo el sistema de educación y que lo seguirá removiendo por mucho tiempo más, las viejas propiedades valen y valdrán una fracción menor del precio pagado y de los créditos contraídos para su enajenación.
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Obviamente este monumento arquitectónico llamado Palacio Aristía es un ícono importante de la ciudad y maravillosamente ubicado para dar realce a cualquier institución de carácter educacional. Sin embargo, el deplorable estado en el que fue entregado requería de una inmensa inversión para una recuperación supervisada por la Dirección Nacional de Monumentos y Patrimonio Cultural.
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Hoy sin embargo, tal como lo hace notar un artículo en Revista de El Mercurio del 25 del presente, se encuentra en prácticamente completo y publico abandono para vergüenza de la Universidad que tiene puesto su nombre en su deteriorada fachada.
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