.
A continuación leer la declaración completa de Sebastián Jans Pérez, Gran Maestro de la Gran Logia de Chile:
.
Reunido el Consejo de la Gran Logia de Chile a través de teleconferencia, el pasado 18 de abril, acordó declarar públicamente lo siguiente:
La masonería, como institución ética y humanista, pone al centro de toda su acción al ser humano sin distingos de ninguna naturaleza, y llama a vivir este tiempo de crisis, provocada por el Covid-19, con responsabilidad y compromiso con el bien común, para superarla y construir un mejor futuro. Coherente con ello, apenas se declaró la Fase 4 por la autoridad sanitaria, todas las actividades masónicas presenciales, que son la esencia de nuestra vida institucional, han quedado suspendidas hasta junio próximo.
En este ambiente de incertidumbre, sostenemos que cada decisión que toman las autoridades, los profesionales de la salud, las distintas instituciones y cada uno de los ciudadanos, debe sustentarse en consideraciones éticas sobre la vida en todas sus dimensiones, y así debe ser hasta el retorno pleno de las actividades, e incluso hasta después que la pandemia sea superada, cuando hagamos un recuento de lo aprendido, con especial énfasis en el imperativo de terminar con las desigualdades y debamos implementar cambios profundos en nuestra estructura social y el modelo de desarrollo, de acuerdo a las aspiraciones mayoritarias de los chilenos, conocidas en los meses precedentes.
Nuestro país ha enfrentado la crisis sanitaria arrastrando una profunda fractura social, cuyas implicancias se manifiestan desde una desconfianza generalizada, hasta expresiones de polarización e intolerancia. Es nuestra convicción que el impacto y efectos de la pandemia, que afecta a la Humanidad, establece la exigencia de un comportamiento acorde con las mejores convicciones éticas y el compromiso humanista, y de decisiones sustentadas en el debate racional y en el uso del conocimiento científico.
El coronavirus nos ha mostrado en toda su crudeza la fragilidad de la vida. Hemos aprendido que lo que hagamos o lo que hagan los demás es trascendente para todos, y que cuidarnos es también cuidar a nuestros vecinos y a todos quienes viven en nuestro país; de ese modo, la pandemia nos ha reafirmado el valor de vivir en comunidad y la importancia de tener instituciones sociales y políticas sólidas, que protejan el bien común. Sobre todo, esta crisis nos vuelve a enseñar la práctica de la solidaridad y la fraternidad, y nos invita a mirarnos y valorarnos como hermanos.
La Masonería, como institución ética y humanista, pone al centro de toda su acción a la condición humana, considerando que la vida en sociedad es una cualidad esencial para alcanzar el bien común. Ese bien común tiene las urgencias de hoy y los compromisos para el mañana, en torno a construir una sociedad menos desigual, que entregue proyecciones, certezas y esperanzas. Todos los hombres y mujeres de nuestro país deben ser objeto de nuestra preocupación y muy especialmente de parte del Estado, y nadie debe sufrir rigores, mientras exista una forma de mitigarlos a través de políticas públicas activas, sustentadas en una profunda ética cívica.
Muchas mujeres y hombres nos han dado una lección de valor y patriotismo en estos difíciles momentos, permitiendo que nuestro país siga funcionando. A todos ellos, la Masonería les rinde un sentido homenaje, destacando de manera especial a los profesionales de la salud, quienes enfrentan directamente el riesgo de contagio y son los responsables del alivio de los enfermos. Rinde homenaje a las instituciones que han cumplido su rol esencial de protegernos con abnegación. Rinde homenaje a la ciudadanía toda, que en una inmensa mayoría ha tenido un comportamiento ejemplar. Con especial respeto, manifestamos a todos los familiares de los fallecidos nuestro más profundo pesar y compartido dolor.
Estamos conscientes que vendrán tiempos más difíciles; frente a lo cual pedimos más solidaridad y más humanismo, y a nuestras autoridades el mayor sentido de urgencia. Es un deber humanitario de las personas, sobre todo de los que tienen más, y del Estado, apoyar a quienes enfrenten necesidades apremiantes tan vitales como la salud; un apoyo que no debe terminar hasta que podamos devolver su dignidad a todos quienes están o estarán afectados.
Chile saldrá necesariamente mejor, como resultado de muchos sacrificios, en tanto privilegiemos la ética de la solidaridad y el humanismo. No debemos olvidar la lección aprendida en muchas circunstancias de crisis, que Chile ha enfrentado como consecuencia de graves catástrofes, y que debe convocarnos en el día a día: juntos nos cuidamos y juntos nos levantaremos.
Sebastián Jans Pérez
Gran Maestro
Me rechinan los ojos cuando leo que la Masonería es una institución ética.
ResponderEliminarAgradeceré al autor ser un poco más modesto porque aquí en la UTEM y en muchos otros ámbitos de nuestra sociedad no se observa esa virtud en los masones.
Suena mal esa arrogancia, es mejor que los demás los reconozcan como tal querido hermano gran maestro
Quizás habría que decir, lo mismo que le dijo Jesús al pueblo hebreo respecto de los Doctores de la Ley : Hagan lo que dicen, pero no lo que hacen.
ResponderEliminarDe fariseos está lleno el mundo entero y nadie está libre de ser como uno de estos que predican, pero no practican.
En esa justa dirección se encuentran los masones de la UTEM y por sus nefastas obras los conocemos.
ResponderEliminarEstamos virtualmente paralizados en todas las actividades y al parecer a nadie le preocupa sin embargo El Mercurio si nos denuncia por grave incumplimiento en la restauración de edificios emblemáticos del patrimonio nacional.
"DETRAS de una LARGA ESPERA
Texto : Paula Donoso Barros."
Esta investigadora (entre otros famosos edificios patrimoniales) se detiene a observar con cámara en mano el calamitoso estado en que se encuentra la gran joya obtenida por Pinto de puño y letra de la Presidenta Bachelet.
La foto capta un edificio en ruinas y ahora más encima con grafitis del estallido social.
"EL PALACIO ARIZTIA.
Pasó en Comodato a la Universidad Tecnológica Metropolitana. Aún no parten los trabajos."
No veas a los masones por sus promesas de gloria para este palacio nacional sino de su actual realidad sin que el paso de los años y la denuncia de la sociedad los conmueva en lo más mínimo.
Revista El Mercurio 25 Abril 2020