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CARTAS A EL MERCURIO.COM
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Señor Director:
¿Qué de bueno se podría esperar de la nueva ministra de Educación, ya que le quedan 10 meses en su cargo, es la cuarta ministra del ramo en este gobierno, que no viene del mundo educacional y es la educación el terreno donde más se marcarán diferencias en la contienda electoral que se avecina?
Con optimismo, probablemente ingenuo, aventuro tres cosas.
Una, que lleve adelante con prudencia y gradualidad las importantes medidas que se pondrán en marcha este año en el sistema escolar.
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En particular, la ordenación de las escuelas que debe realizarse y que tiene inéditas consecuencias (llegando incluso al cierre) merece ser hecha de un modo que el sistema escolar comprenda y valide, partiendo por una fase de prueba para después llegar al modo definitivo. Experiencias anteriores de instalación gradual, como la evaluación docente y la SEP, debieran ser reeditadas, así como debieran abandonarse las formas abruptas (cuyo ejemplo mayor ha sido el reciente cambio curricular en la educación básica).
Dos, buscar concretizar en una "ley corta" las transformaciones más evidentes y consensuadas que requiere, para su mejor regulación pública, el sistema de educación superior, de manera de al menos evitar que pueda repetirse otro caso "Universidad del Mar".
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Esto involucra mejorar el sistema de acreditación en sus rasgos más débiles (como la autorregulación de las agencias acreditadoras, o la conformación corporativa de la CNA); acotar la autonomía, de modo que las universidades autónomas no puedan expandirse descontroladamente, y crear un órgano especializado para fiscalizar los usos de los recursos financieros y el cumplimiento de la normativa legal.
Tres, volver a poner el tema docente en el tapete. Dado que "la calidad de un sistema escolar tiene sus límites en la calidad de sus docentes", es esencial concretar avances reales en esta materia. Así, es urgente contar con una nueva y atractiva carrera docente, tanto para los profesores del sector municipal como para el particular subvencionado, buscando destrabar la ley en trámite en el Parlamento, y lo mismo debiera lograrse respecto de que todas las escuelas de pedagogía, sin excepción, brinden una formación inicial de calidad garantizada para nuestros futuros docentes.
Cualquiera de estas tres cosas tiene, sí, un prerrequisito político común para poder cumplirse, que la ministra debiera buscar con prisa y sin pausa: crear un clima de diálogo y acuerdos básicos en la cuestión educacional, trabajando con el conjunto de actores sociales y políticos involucrados.
José Weinstein Cayuela
Director del Doctorado en Educación UAH-UDP
Su segundo apellido es Zaldivar. A lo mejor eso le ayude un poquito.
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