nónimo ha dejado un nuevo comentario en su entrada "A DURAS PENAS SIGUE EL RASPADO DE OLLA AL SEXTO DÍ...":
¿Por qué tan poca matrícula y permanente decrecimiento de la misma en la UTEM? Una posible interpretación:
El proceso de acreditación de las universidades chilenas se hace cada vez más exigente, sobre todo pensando que deben ponerse a tono con el conocimiento mundial alcanzado por las más potentes.
En Chile, algunas han alcanzado resultados deplorables, y por lo mismo han sido eliminadas por sus quiebres y fracasos que, obedeciendo a móviles políticos, económico-financieros y de gestión errónea, han tenido obligadamente que dejar escenarios con una presencia pública rechazadora de sus intentos. Otras se mantienen bregando para salir del atolladero, a sabiendas que la subida y no el escalamiento, a veces propicio, les permita romper las murallas de su actual encasillamiento.
En la calificación de deficiencia se encuentran universidades estatales y "privado - públicas", identificadas conceptualmente en la idea de conejos ignorantes de saber si son galgos y podencos los que los alcanzan, como ha sido la discusión todavía existente en el medio interno.
En tal condición, lamentablemente se encuentra la UTEM, cuya última acreditación alcanzó sólo a tres años, y tuvo que apelar para obtener cuatro. Como tal, para una próxima evaluación de pares ajenos para ella, va a constituir un desafío muy serio salir del pozo en que se encuentra. ¿Habrá lazos y escaleras construidos por ella misma que le permitan salir de él con esfuerzos propios? ¿Podrá salir de la condición de una universidad de pregrado o de sólo docencia, sin productos académicos de alta satisfacción como investigaciones y publicaciones abundantes de largo aliento aceptadas en los niveles superiores del conocimiento externo, distinta a la comprada al efecto y que es ajena a sus procesos formativos de pregrado y casi inexistente postgrado? ¿Podrá superar la obsolescencia de quiénes dirigen la vida académica, tales como decanos de facultades, directores de escuelas y departamentos, sin dejar de aludir a los que ocupan funciones y cargos superiores a nivel central, como vicerrectores y miembros de sus consejos académico y superior, si muchos son parte responsable de lo que sucede en lo ya señalado?
El perfeccionamiento y capacitación de la academia debe entenderse como el desfase y salida de muchos de quiénes la constituyen y la obligada formación en el tercer grado, especialmente de doctorados y postdoctorados. Hay que entender muy bien que la relación de la Universidad debe ser, además, con organismos internacionales que puedan contribuir con recursos para su desempeño y con compromisos de presupuestos planificados seria y responsablemente en el tiempo. Pero, ésto lo puede hacer con solamente con académicos de nivel superior y con experiencia en otras partes.
A buenos entendedores, sucintas palabras.
…Y los demandantes en este “oprobioso” mercado de la educación, cada vez más, saben qué elegir.
NOTA EDITOR : Pareciera que el Sr. rector no recuerda que hay "profesores" e incluso "directores de escuela" que dictan sus clases agarrados de un cuadernito de sus años mozos y que los alumnos se dan cuenta que no tienen idea de las materias que deben enseñar. Y para desgracia y vergüenza de la Utem y de todas las universidade estatales, los alumnos lo comentan por fuera y por dentro de la Utem. Y a propósito del palacio Aristía, que tan contento tiene al Sr. Rector, vale recordarle el viejo refrán que dice: "Por mucho que la mona se vista de seda, MONA QUEDA".
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¿Por qué tan poca matrícula y permanente decrecimiento de la misma en la UTEM? Una posible interpretación:
El proceso de acreditación de las universidades chilenas se hace cada vez más exigente, sobre todo pensando que deben ponerse a tono con el conocimiento mundial alcanzado por las más potentes.
En Chile, algunas han alcanzado resultados deplorables, y por lo mismo han sido eliminadas por sus quiebres y fracasos que, obedeciendo a móviles políticos, económico-financieros y de gestión errónea, han tenido obligadamente que dejar escenarios con una presencia pública rechazadora de sus intentos. Otras se mantienen bregando para salir del atolladero, a sabiendas que la subida y no el escalamiento, a veces propicio, les permita romper las murallas de su actual encasillamiento.
En la calificación de deficiencia se encuentran universidades estatales y "privado - públicas", identificadas conceptualmente en la idea de conejos ignorantes de saber si son galgos y podencos los que los alcanzan, como ha sido la discusión todavía existente en el medio interno.
En tal condición, lamentablemente se encuentra la UTEM, cuya última acreditación alcanzó sólo a tres años, y tuvo que apelar para obtener cuatro. Como tal, para una próxima evaluación de pares ajenos para ella, va a constituir un desafío muy serio salir del pozo en que se encuentra. ¿Habrá lazos y escaleras construidos por ella misma que le permitan salir de él con esfuerzos propios? ¿Podrá salir de la condición de una universidad de pregrado o de sólo docencia, sin productos académicos de alta satisfacción como investigaciones y publicaciones abundantes de largo aliento aceptadas en los niveles superiores del conocimiento externo, distinta a la comprada al efecto y que es ajena a sus procesos formativos de pregrado y casi inexistente postgrado? ¿Podrá superar la obsolescencia de quiénes dirigen la vida académica, tales como decanos de facultades, directores de escuelas y departamentos, sin dejar de aludir a los que ocupan funciones y cargos superiores a nivel central, como vicerrectores y miembros de sus consejos académico y superior, si muchos son parte responsable de lo que sucede en lo ya señalado?
El perfeccionamiento y capacitación de la academia debe entenderse como el desfase y salida de muchos de quiénes la constituyen y la obligada formación en el tercer grado, especialmente de doctorados y postdoctorados. Hay que entender muy bien que la relación de la Universidad debe ser, además, con organismos internacionales que puedan contribuir con recursos para su desempeño y con compromisos de presupuestos planificados seria y responsablemente en el tiempo. Pero, ésto lo puede hacer con solamente con académicos de nivel superior y con experiencia en otras partes.
A buenos entendedores, sucintas palabras.
…Y los demandantes en este “oprobioso” mercado de la educación, cada vez más, saben qué elegir.
NOTA EDITOR : Pareciera que el Sr. rector no recuerda que hay "profesores" e incluso "directores de escuela" que dictan sus clases agarrados de un cuadernito de sus años mozos y que los alumnos se dan cuenta que no tienen idea de las materias que deben enseñar. Y para desgracia y vergüenza de la Utem y de todas las universidade estatales, los alumnos lo comentan por fuera y por dentro de la Utem. Y a propósito del palacio Aristía, que tan contento tiene al Sr. Rector, vale recordarle el viejo refrán que dice: "Por mucho que la mona se vista de seda, MONA QUEDA".
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