H. BEYER, NUEVO RECTOR DE LA UAI : "NO CREO EN LAS UES. PARTIDARIAS. DAÑAN SU DESARROLLO"

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JUNTO A LA U. de TALCA, LA UAI TENDRÁ COMO RECTOR A UN EX MINISTRO DE EDUCACIÓN.
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"Las buenas universidades capturan a los mejores profesores posibles y no preguntan sufiliación política", señala el ex ministro que asumirá en.marzo la rectoría de la U. Adolfo Ibáñez que cuenta con 9.000 alumnos de prestado y 2.000 de postgrado.
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LEER COMPLETO EN : EL MERCURIO.COM/CUERPO D-3/
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UAI: "El mandato es ser los mejores de Iberoamérica"
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-Pensemos en marzo. ¿En qué situación recibe a la Adolfo Ibáñez? Habiendo formado a algunos de los principales ejecutivos del país, le han salido varias al paso. ¿Ha perdido prestigio e influencia?
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-Creo que está en una muy buena situación, ha crecido sanamente. Era una universidad muy pequeña que hoy tiene más de 9 mil alumnos en pregrado y 2 mil en posgrado. Está muy bien posicionada y mi desafío es que sea la mejor en formar bien estudiantes del siglo XXI, que encuentren programas desafiantes que articulan bien formación profesional, desarrollo del pensamiento crítico, la mejor investigación y los mejores profesores.
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-La UAI tuvo una caída importante respecto de sus pares privadas en el último ranking El Mercurio-Universitas.
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-En estricto rigor, es por el cambio de metodología, que dejó de ponderar el porcentaje de alumnos con mejor rendimiento en la PSU y lo reemplazó por el ranking de notas. Nosotros seleccionamos por PSU, que es importante; también, Derecho se acreditó y no alcanzó a salir. El estudio muestra que nuestras carreras tienen un alto nivel de empleabilidad. La rentabilidad de estudiar en la UAI es muy alta, seguimos estando muy fuertes y subiendo en los rankings internacionales.
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-Sus dos principales competidores, la UDD y la Universidad de los Andes, han apostado por el área científica. ¿Crecerán ustedes hacia allá?
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-Mi sello será estar evaluando siempre las mejores alternativas que convengan al proyecto educativo.
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-¿Fue ese el mandato que recibió de los Ibáñez?
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-El mandato es bien claro: ser los mejores de Iberoamérica, ser una universidad de excelencia. Toma tiempo, tenemos que fortalecer nuestras contrataciones docentes, porque para atraer los mejores alumnos tenemos que traer a los mejores profesores, hacer investigación de calidad. Si podemos crecer a otras áreas con la misma excelencia, lo vamos a hacer.
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-La UAI no se sumó a la gratuidad. ¿Ha influído positiva o negativamente?
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-En ningún caso ha sido negativo. La universidad debe buscar a los mejores alumnos y si ellos no tienen capacidad de pago, es nuestro problema ofrecerles apoyo.
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-La UAI se ha posicionado en el espectro de la derecha liberal. ¿Le acomoda?
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-No creo en las universidades partidarias, daña su desarrollo. Las buenas universidades capturan a los mejores profesores posibles y no preguntan su filiación política. Deben tener elementos que las identifiquen con su tradición y también un núcleo central en formación e investigación como, por ejemplo, la Universidad de Brown, en Estados Unidos, que es de excelencia y al mismo tiempo es reconocidamente liberal en el sentido americano.

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RESPECTO A LA LEY DE EDUCACION SUPERIOR

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"Hay una crítica mayoritaria, que permite construir un acuerdo razonable"

    
-Con críticas transversales, la ley de educación superior sigue su curso en el Congreso. Como flamante rector, ¿con qué se quedaría y con qué no de esa reforma?
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-Tiene que cambiar sustancialmente; tal como está, el proyecto no cumple con ninguno de los criterios que otros países están fortaleciendo. Debiéramos crear un marco regulatorio más exigente, fortalecer la acreditación, apoyar más a los estudiantes, a la investigación.
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-Hay que aplicarle la "retroexcavadora", entonces...
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-Hay que aplicarle la podadora, cortar muchas exageraciones regulatorias. Revisé las 74 presentaciones que se hicieron en el Congreso: 49 son extraordinariamente críticas, y solo 2 tienen una visión más positiva. Es raro cuando algo tan trascedente tiene una evaluación tan negativa.
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-¿Y qué eliminaría definitivamente?
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-Es un problema de enfoque. No resuelve ninguno de los problemas de la educación técnico profesional; en ningún país del mundo una subsecretaría controla el sistema de admisión; las regulaciones de la Superintendencia no parecen razonables; es raro cómo se resuelve si una institución no se acredita, cómo se nombra el administrador provisional.
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-¿Cómo debería hacerlo el próximo gobierno, considerando que la educación universitaria fue el origen de su mayor crisis política?
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-Hay una crítica mayoritaria al proyecto que permite construir un acuerdo razonable, olvidarse de los eslóganes, resolver los problemas más acuciantes de manera inmediata y dejar el resto para un debate más calmado.
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-La gratuidad quedó instalada luego de la elección presidencial. ¿Le resulta difícil de digerir eso?
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-Me parece injusto. Acaba de salir el resultado de la PSU y de nuevo estamos discutiendo las brechas entre estudiantes y eso se determina antes de que los niños cumplan 4 años, y en esa etapa no estamos invirtiendo suficiente. Entiendo la preocupación de las familias, pero hay soluciones más justas.
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Me preocupa que se reemplaza gasto privado por gasto público y, como hay restricción fiscal, lo estamos reemplazando por una asignación de recursos sin lógica. En la práctica, estamos dañando el desarrollo de las universidades.
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-¿Es un pie forzado que Piñera tuvo que asumir para ganar?
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-Tengo mis serias dudas de si fue esto lo que le dio el triunfo. Entiendo que en la política hay compromisos y fue eso más bien lo que influyó. Piñera estuvo bien en decir que esto depende del crecimiento económico, puso una cierta restricción.
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Aunque no me gusta, si la gratuidad se queda en el 60% no es tan grave, porque esos recursos se asignaban a través de becas y otros instrumentos.