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DESPUÉS DEL TERREMOTO ALGUNOS LLORARON, OTROS CELEBRARON.
Pero casi siempre después de los grandes eventos vienen los remolinos que remueven hasta las raíces las estructuras buscando la reestabilización y las seguridades que permitan a la mayoría poder dormir tranquilos.
Empezando por los grupos de "amigos" en los que se pueda confiar un poco.
Dicen que en la UTEM en estos días no pasa nada, sin embargo no siempre lo que parece es lo que realmente ocurre. Más aún, muchas veces tras el silencio muchas veces se preparan o debieran prepararse grandes acontecimientos. Al menos así suele ocurrir en la historia de las naciones.
¿Le cabe dudas a alguien que tras el silencio público de los grupos y sus líderes se están produciendo importantes reuniones cruzadas de todos los grupos de poder y principalmente entre los "hermanos" que se presentaron divididos a las recientes elecciones rectoriales, pues los principios de la fraternidad les obligan a formas de conflicto reguladas y no destructivas?.
Sin embargo, más importante aún, debería estar efectuándose el diálogo entre las autoridades salientes y las entrantes, aprovechando el lapso de espera del cambio de mando.
Un diálogo que permite a las organizaciones generar los cambios con el mínimo de tropiezos.
Pero eso no es todo. En estos días se ha estado jugando en gran parte el futuro de la Utem en diversas reuniones vinculadas a la acreditación institucional. Idealmente en estas reuniones debería haber participado las autoridades salientes y las entrantes demostrando a los Comisionados un mínimo de integración académica.
Si así fue, en buena hora. En caso contrario seguramente se consiguieron algunos puntitos en contra.
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