¿¿¿ UN NUEVO CONSEJO SUPERIOR O UN SIMPLE RELEVO DE NOMBRES ?? : UN PELO EN LA SOPA Y/O UNA LUZ DE ESPERANZA

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FINALMENTE  TERMINÓ   UN NUEVO PROCESO ELECTORAL PARA EL QUE INICIALMENTE HABÍA TAN POCO INTERÉS QUE HASTA ÚLTIMA HORA DEL PLAZO FATAL HABÍAN SÓLO DOS CANDIDATOS INSCRITOS.

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La opacidad del Consejo Superior saliente, del que a la fecha se ha publicado sólo un Acta de las 24 sesiones ordinarias que eventualmente se realizaron durante su ejercicio,  durante el cuál se aprobó la insólita compra de un edificio supuestamente destinado a una investigación que aún no se inicia (algo así como poner la carreta delante de los bueyes, cosa que un agrónomo formado en  la primera mitad del s.XX debiera tener muy claro que no funciona), posiblemente haya afectado el interés por participar.

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Otro hecho no menos curioso y que también habla del desinterés existente en participar en el Consejo Superior, que de ello parece tener sólo el nombre, ha sido la no postulación de casi todos los Consejeros salientes, dejando la sensación de ser un.mero organismo de fachada completamente controlado por la autoridad superior que no preside y fija las Tablas de las sesiones ordinarias y extraordinarias y no cumple con la mínima obligación de publicar las actas, violentando normas básicas de la convivencia universitaria y de la legalidad vigente.

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Pese a lo anterior, cabe destacar que hubo una fuerte participación el día de la votación (aprox. 90%) de un universo de 200 electores,  debido quizás al malestar de una parte del electorado con la actual gestión y a las presiones efectuadas por diversas autoridades designadas, lo que hace ver muy mal a quien no va a "botar" (*).

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Y algo más cabe señalar, algo que constituye una pequeña luz de esperanza en el largo y rutinario caminar por la senda de la mediocridad.

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Mediocridad cuyos nefastos efectos no se han puesto en evidencia gracias a la situación país cuyas performances hacen pasar inadvertidas las que ocurren al interior de la universidad. 

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Obviamente está situación no puede continuar indefinidamente, pues las exigentes demandas de una población que ya se incorporó a  condiciones de vida propias de país desarrollado no está dispuesta a retroceder ni a perder el nivel de bienestar material actual.

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Así, quiérase o no, mientras más se retarde la reacción interna  a esta compleja situación, más grave y difícil se tornará la supervivencia futura de nuestro proyecto de universidad estatal, pues la lógica señala que los generosos subsidios y protecciones recibidos provenientes del sistema estatal podrían disminuir.

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NOTA EDITOR : Entre votar y botar hay una gran diferencia. Sin embargo, algunos se suelen confundir, y al parecer,  botan su voto.