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UN 30 DE AGOSTO DE 1993 EL GOBIERNO DE PATRICIO AYLWIN AZOCAR, EN RECONOCIMIENTO A LOS APORTES REALIZADOS POR LA COMUNIDAD DEL VIEJO IPS PARA EL RETORNO DE LA DEMOCRACIA, PROMULGÓ LA LEY QUE PERMITIÓ EL PASO DESDE EL IP A LA NUEVA UNIVERSIDAD UTEM.
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Si esto fue sólo un mero cambio de nombre o realmente constituyó un real progreso institucional, no resulta fácil de evaluar, pues hay elementos de juicio compartidos para ambas hipótesis.
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En cierta medida, en aquella época el IPS tenía para muchos efectos ya cierto nivel de universidad, y más aún de buen nivel, tomando en consideración las circunstancias. La USACH estaba por esos años muy lejos de lo que está ahora. En muchas carreras casi no había diferencias de nivel académico notorios respecto a la UTEM.
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Respecto de las privadas, nada que decir. Por lo general eran miradas con cierto desprecio como recintos para alumnos algo "porros" o que no les alcanzaba los puntajes que nuestro IPS u otras del CRUCH exigían. Más aún, la UTEM prestó servicios para que algunas de éstas se pudieran certificar después de algunos años de "supervisión".
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Pero los tiempos han cambiado radicalmente. Mientras
la UTEM se desgastó en aventurillas comerciales de tercera categoría
asociándose con empresarios (mejor dicho aventureros), la USACH y varias privadas con inteligencia estratégica, invirtieron en desarrollo académico, focalizando sus esfuerzos en mejorar significativamente la calidad académica de alto nivel : INVESTIGACIÓN, ACREDITACIÓN, PROGRAMA DE DOCTORADOS ACREDITADOS Y CAPTACIÓN DE JÓVENES DOCTORES ALTAMENTE CALIFICADOS.
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Durante sus primeros mandatos, el actual rector hizo un significativo esfuerzo en "Public Relations" con un mundo universitario con poco contenido, mediante las firmas de cientos de Convenios inconducentes e improductivos, pero que en esos momentos no se veía que tuviesen tan poca proyección y sustancia universitaria.
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Así también, al finalizar su segundo periodo, introdujo el primer apronte en las aventuras comerciales, que si bien le aportó a algunos colegas muy buenos dividendos, tal como fue la 'aventura' de las titulaciones (¿truchas?) de los Ingenieros Constructores repartidos como campamentos de gitanos por diversas regiones del país. Tampoco se puede dejar de recordar las aventurillas comerciales de la VTT de entonces, que se daban a conocer como actividades de 'extensión'.
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Obviamente, lo primero terminó en medio de un escandaloso sumario en el que terminaron sumariados varios colegas y algunos pocos destituídos.
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Y de la sociedad anónima UTEMSA mejor ni hablar.
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Los diez años que siguieron bajo la rectoría del Sr. M. Avendaño, a estas alturas resulta mejor olvidarlos, pues fue peor que los años perdidos del régimen anterior, donde no sólo no se hizo nada significativamente positivo, sino mucho peor aún, pues se destruyó el ethos universitario y educacional, al entregar a gran parte de nuestros estudiantes a unas empresas privadas de ávidos comerciantes la formación encomendada por el Estado de Chile; resultando al final un desastre que hundió a la UTEM en la peor vergûenza de la historia universitaria nacional, (lo que quedó parcialmente registrado por las dos Comisiones Investigadoras de la Cámara de Diputados y en cientos de publicaciones de prensa y TV).
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Del paréntesis de la Rectoría (s) resultante de la "sutil" intervención del gobierno en la UTEM que fue sorteada con cierto éxito pese a que en los hechos fue mucho más grave que la recientemente ocurrida en la U. de Aysén en proceso de constitución, nada se puede pedir, pues su objetivo consistió en barrer la basura acumulada debajo de la alfombra y en poner un poco orden en medio del caos existente. En fin, prácticamente otros dos años perdidos.
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Finalmente, han pasado otros seis años bajo la égida del ex rector del IPS y primer rector de la UTEM, llamado por algunos el rector fundador.
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¿¿ Y qué se ha hecho ??
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Es justo reconocer que durante estos seis años se ha hecho un esfuerzo considerable en ordenar la casa, dada la fuerte presión del contexto nacional y las demandas de calidad formales y mínimos de ciertos sectores del movimiento estudiantil y del ámbito social.
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Han habido mejoras sistemáticas en el manejo financiero y administrativo de la universidad. Las supervisiones de Contraloría General han disminuído significativamente sus observaciones negativas al menos estos últimos dos años.
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Pero en lo substantivo poco se ha hecho. El año recién pasado se sufrió la vergúenza nacional de haber quedado a punto de ser excluídos de la gratuidad para los estudianntes del 50% de menores recursos, de no haber sido por la defensa irrestricta del rector de la U. de Chile, quien señaló algo así como : "Todas las estatales o ninguna se adscribirá a la gratuidad", poniendo en graves dificultades las políticas del gobierno .
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Lentamente se ha ido logrando aumentar los años de aceditación a la saga de muchas otras universidades debido a la lentitud de algunos procesos que son considerados indispenables en los tiempos actuales, tal como es la acreditación de las carreras, y que afortunadamente en esta ocasión se está alcanzando con los niveles mínimos aceptables.
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De la investigación, requisito 'sine qua non' de una universidad de verdad, especialmente ahora que el falaz concepto de universidad docente nadie serio se atrevería a defender, se ha avanzado muy poco. Ni siquiera en algo tan básico como aquello que la CNA llama "investigación docente", que no es otra cosa que una investigación aplicada a la evaluación de los procesos de docencia internos a fin de elevar la eficiencia de sus procedimientos.
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Recientemente en este aspecto se ha dado un paso significativo al comprar un edificio destinado exclusivamente a la investigación, al parecer aplicada, y a la prestación de servicios al sector empresarial.
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Pero fiel a su estilo de gobierno, la actual rectoría ha optado por impulsar esta iniciativa sustrayéndola casi completamente de la esfera académica de las respectivas Facultades e insistiendo en su afán de controlar todo desde el secto central.
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Afortunadamente para la UTEM la Reforma de la Educación Superior se ha atrasado y las normas más exigentes que se pretende aplicar en el sistema de acreditación no estarán listas para esta nueva acreditación que inciará formalmente los próximos días la UTEM, enfocada principalmente en asuntos formales y no de fondo.
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Mientras tanto, un numeroso cuerpo docente sigue esperando que sus contratos de trabajo se realicen de acuerdo al criterio mínimo de una universidad que se precie de tal y no se comporte como esas "universidades" que aún no han logrado ni un mísero año de acreditación con un 90 % de la docencia efectiva en manos de "profes taxis" sin derecho ni a voz ni a voto.
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